La gente de hoy; la gente consumidora

SOCIOLOGÍA DE LA SUPERVIVENCIA 

Silvino Vergara Nava 

 

 

 

“La gente se convierte en mercancía  

al mismo tiempo que en consumidores.  

La prueba de pertenencia a la sociedad 

 es hoy la capacidad de 

 ser comprado y vendido.”  

Zygmunt Bauman 

 

 

 

En estos tiempos de inicio el siglo XXI, aún no dimensionamos lo que está sucediendo con nuestra humanidad. Es una realidad que estamos viviendo una transición hacia algo que aún desconocemos para donde nos llevará; por lo pronto, nos está dejando en la incógnita total, por ello es que hay tantos problemas en el día a día de falta de certezas, de desconocimiento de lo que viene y, sobre todo, hacía dónde va la gente. 

Lo que sí es una realidad que se visualiza es el cambio que está viviendo el sistema que se está implementando en el mundo a la gente que, si bien ya viene de varias décadas en el mundo occidental, lo cierto es que cada día se acentúa más un cambio o transición para la gente de un capitalismo productivo a un capitalismo del consumo. 

A la gente anteriormente se le educaba, preparaba y disponía para que fuera emprendedora y trabajadora; incluso en las familias eso se impulsaba, los padres y las madres se veían orgullosos si es que los hijos contaban con un empleo. Hoy eso ya no es así, hoy debemos de tener la seguridad de que muchos de los jóvenes estudiantes actuales, sea de universidades o de niveles inferiores, no contarán con un solo empleo en su vida. 

Desde luego que, para poder contar con un empleo o emprender un negocio, entendiéndose como poner un taller, una oficina, una tienda, se requería de personas “activas” que se esmeraran en emprender una empresa, o bien en buscar el mejor empleo, el más permanente y próspero. Sin embargo, hoy es lo contrario, ya no es ese el fin de la gente, pareciera que ya no es necesario. 

Lo que se vive en el ambiente laboral es un ejemplo claro de esta realidad, hay una gran rotación de personal, como antes no sucedía, los trabajos eran permanentes, no como ahora que tienen de duración tiempos muy breves, nadie está convencido con su empleo, con su trabajo, desde luego sí los que son afortunados y han contado con un empleo, porque la gente restante no lo encontrará jamás. 

Pero, de no haber trabajos, sino hay empleos, entonces, ¿quién produce las mercancías necesarias para la subsistencia de la humanidad?, ¿quién es el encargado de suministrar los servicios indispensables del día a día? 

Con el paso del tiempo lo que sucedió en el mundo es que los sistemas jurídicos de los países y sus políticas públicas nunca dimensionaron la necesidad de limitar el crecimiento de las empresas, lo que provocó la creación de grandes monopolios y oligopolios; éstos son los que se han encargado de controlar la producción, la dotación de servicios, y no nada más eso, sino también de implementar e inventar las mercancías que se ponen en el mercado para después generar la necesidad a la gente; ya lo había dicho el profesor polaco Zygmunt Bauman: que primero se inventaron los medicamentos anti-depresivos y después se fomentó la enfermedad entre la gente, la gente consumidora. 

Hoy, lo que sucede en el mundo es que tenemos demasiadas mercancías y servicios para la gente, controladas y producidas por esos monopolios, por ello es que no necesitamos más empresas, talleres, negocios, pues estás empresas monopólicas son las encargadas de la producción de todas esas mercancías y de dotar de esos servicios, para consumo de la gente, pero si la gente no la consume, hay que fomentar que lo haga, para eso están las políticas públicas actuales y los sistemas jurídicos de las naciones. 

Así, el ejemplo lo podemos tomar de los cambios de horario, esto se debió en parte a las necesidades planetarias, pero en otra parte, como sucedía anteriormente con el horario de verano y de invierno, su razón de ser no era otra cosa que una forma de influir en que la gente salga de sus trabajos y tenga la luz natural para consumir. Esto mismo sucede con el aumento de vacaciones como derecho laboral, o bien la disminución de las horas que se pueden trabajar por semana; lo que se requiere es que la gente tenga más tiempo de ocio, tiempo libre para poder consumir, que ése es el propósito principal de esas políticas públicas mundiales; hay que dejar a un lado la parte romántica de que todos esos derechos se otorgan para mejorar las condiciones laborales; en realidad, se trata de más tiempo libre para el consumo, pues ya las máquinas, la tecnología, y ahora la inteligencia artificial se están encargado de la producción en algunos talleres y fábricas en países donde vale más un dólar que la vida de la gente. 

Pero, de ser así, de no haber empleos, si bien quien produce son las grandes empresas mundiales con apoyo de la tecnología de punta y la inteligencia artificial, lo que se debe de preguntar entonces es que, a falta de empleos, a falta de salarios, ¿con qué dinero consume la gente? 

Para eso han cambiado las políticas públicas del mundo occidental, llámese de izquierda o derecha, que propiamente es una concepción de la política del siglo XIX; en realidad, sean de una postura o de otra, deben de asumir que el mundo ya no es del capitalismo productivo, sino del capitalismo consumista, por ello ya no resulta tan trascendental promover el empleo, ahora lo que hay que promover es el consumo, y para eso tenemos ni más ni menos que los denominados estados sociales de derecho, aquellos que pretenden dar el tratamiento a la gente en que se les suministre  una cuota de dinero para su simple consumo, el nombre que se le ponga a esa cuota es lo de menos, lo que importa es que vaya a la generalidad de la gente. 

Así, en el capitalismo consumista, lo que interesa no es la gente productiva, sino la gente consumidora, y, como sostenía en el siglo XIX C. Marx, que ante una huelga generalizada de ladrones se colapsaría el sistema, por ello es que habría que inventarlos. Entonces, 200 años después, esto es lo que está sucediendo con la gente consumidora: al no haberla, entonces el Estado social de derecho inventa a esa gente consumidora. 

 

 

(Web: parmenasradio.org) 

Compartir

About Author

Related Post

Leave us a reply