Tela de dónde cortar

EDUCARSE ILUSTRA

Éricka E. Méndez Ortega 

 

 

El Centro Histórico de la ciudad de Puebla fue uno de los primeros sitios que ingresaron a la lista de Patrimonio Mundial, por su enorme riqueza cuantitativa de patrimonio edificado, su innovación urbanística, así como por la originalidad y variedad de estilos y complejos arquitectónicos. Basta caminar por sus emblemáticas calles y volver la mirada hacia arriba para admirar el arte arquitectónico que distingue los innumerables edificios y casas que cuentan la historia de tan hermosa ciudad de inigualable estima cultural. Aunque la mayoría de los inmuebles catalogados como monumentos datan del siglo XIX, su riqueza patrimonial forma el conjunto artístico que la caracteriza, desde ese tiempo hasta el presente. 

El área que comprende el centro histórico de la ciudad de los Ángeles se caracteriza por conservar la armonía y unidad urbanas y arquitectónicas. Durante el periodo virreinal, se erige una buena cantidad de edificios de carácter religioso, civil y militar, como los fuertes de Loreto y Guadalupe, templos como el de la Compañía de Jesús, Ecce Homo, La Luz, El Carmen, Nuestra Señora de Lourdes y un largo etcétera, y por sí solos llenarían este artículo. Cuenta además con un teatro construido en el siglo XVIII; de época posterior son las residencias edificadas en el periodo del porfiriato e incluso algunas art-noveau, como el hospital de la maternidad Haro y Tamariz, la antigua penitenciaría y el ayuntamiento. Y qué decir de las muchas leyendas que se cuentan a cerca de estas majestuosas construcciones, también son parte del patrimonio cultural intangible de todo centro histórico de las grandes ciudades. 

El patrimonio de un lugar es tan importante a nivel internacional que es declarado por la UNESCO como Patrimonio Mundial Cultural. La Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO, para otorgar dicha declaración, considera aquellos lugares que son fuentes irremplazables de vida e inspiración y poseen un valor excepcional para la humanidad, siendo únicos y legados de nuestra historia. Dicho patrimonio está conformado por sitios representativos de diversas culturas, que al haber sido declarados patrimonio mundial, pertenecen a todas las personas del mundo, independientemente del lugar donde se localicen. El darles esa distinción busca ante todo su protección y preservación, con el fin de garantizar su transmisión a las generaciones futuras, así como fomentar su identidad (cfr. López Morales, 2010, y Díaz Berrio, 2001). El centro histórico de la ciudad de Puebla recibió en 1978 la distinción que otorga la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. 

Puebla ha sido considerada como una de las ciudades más bellas de la República Mexicana por la gran cantidad de manifestaciones culturales que conserva, rica en su patrimonio arquitectónico, urbano y cultural. Debido a sus características peculiares, a lo largo de la historia ha sido admirada y elogiada por diversos personajes, cronistas, viajeros e intelectuales. Sus características tan peculiares han sido reconocidas a través del tiempo por historiadores, investigadores y escritores, tanto mexicanos como extranjeros.  

Es una lástima que la SEP haya decidido eliminar la materia Asignatura estatal del plan de estudios de la educación básica, disciplina que se encargaba de dar a conocer las características culturales e históricas de los estados de la república de donde eran originarios los estudiantes. Fue uno de los mejores aciertos académicos que hubo en su momento. Solo le dedicaron una hora a la semana. Ojalá regresara y ahora con cinco horas a la semana para conocer y disfrutar los centros históricos de cada estado, su cultura, tradiciones, arquitectura e historia porque cada estado tiene mucha tela de dónde cortar. 

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