Novedades literarias

Isabel Borja Martínez 

 

 

RAÍZ QUE NO DESAPARECE 

Alma Delia Murillo es una autora maravillosa, con una habilidad impresionante para escribir sobre lo más duro y hacerlo con una sencillez y belleza increíbles. En este libro une temas profundos y dolorosos, como lo son las desapariciones en México y familias enteras que viven con este sufrimiento y el dolor que no descansa ante la ausencia sin respuestas, y la autora lo hace con mirada brutalmente honesta y sin filtros. Una madre busca a su hijo desaparecido, y él le habla a través de los sueños y de la naturaleza. La narradora, una escritora que intenta contar esta historia, también se ve transformada por ella. Entre ambas voces, Murillo nos muestra la crudeza del país y, al mismo tiempo, la fuerza del amor y la memoria. 

 

CUANDO VI A LA MUERTE PRESTAR SU SOMBRERO 

Rodrigo Unda logra algo precioso en Cuando vi a la muerte prestar su sombrero: escribir sobre la muerte con ternura. En esta ocasión, a través de microcuentos, nos lleva al mundo de una Parca que empieza a sentir emociones humanas, y en ese despertar descubre la complejidad del cariño, la culpa y la pérdida. Es una historia breve pero profunda, que acompaña como un abrazo en medio del duelo. La escritura de Rodrigo tiene una madurez que sorprende, tiene una humanidad y una sensibilidad enorme para hablar de lo inevitable. No es un libro sobre tanatología, pero sí uno que nos enseña a mirar la muerte con compasión, que me parece una opción maravillosa para estas fechas de día de muertos. 

 

A LA SOMBRA DE UN ÁRBOL MUERTO 

Esta novela recorre la historia de cuatro generaciones de mujeres atravesadas por la migración, el desarraigo y la memoria. Es una historia sobre los lazos que no se mueven, incluso cuando el tiempo, la distancia o la muerte intentan romperlos. Con toques de realismo mágico, la autora habla de sueños truncados, de rebeldías silenciosas, del peso del patriarcado y de cómo la identidad se hereda como una herida y también como una forma de resistencia. Estas mujeres no siempre están unidas por la sangre, pero sí por la soledad, el amor, el dolor y el impulso de cuidar, aunque sea imposible. 

 

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