Mujer y vida   

“Cuando las mujeres tienen poder, mejoran inmensamente las vidas de todos los que están a su alrededor”: 

Príncipe Enrique de Inglaterra 

A lo largo de la historia, las mujeres han jugado un papel muy importante en el desarrollo de la humanidad. Marzo es considerado en gran parte de los países del mundo el mes de la mujer. En específico cada 8 de marzo se recuerda la lucha de la mujer por su participación social, en igualdad de derechos con el hombre y en busca de su desarrollo íntegro como persona. 

El Diccionario Etimológico Castellano nos indica que la palabra mujer proviene del latín mullier, que algunos textos relacionan con el adjetivo latino mollis, que significa suave, débil, blando, evidenciando con ello la no equidad de género desde el inicio de la historia, prejuicio que arrastramos más intensamente desde la época del imperio romano. 

La lucha de la mujer está marcada en varios pasajes de la historia. En la obra de teatro griega Lisístrata, de Aristófanes (siglo V a. C.), se encuentra un referente literario de la lucha de la mujer. La protagonista, Lisístrata, realiza una huelga sexual contra los hombres para forzar a que éstos pongan fin a la guerra. 

La figura de la matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría (370-415 d. C.), asesinada brutalmente, se reivindica como paradigma de la mujer científica y libre, ícono de la libertad de pensamiento y autonomía personal de la mujer. Y qué decir de Agnódice, en el siglo IV a. C., que practicó con valentía la medicina en Grecia cuando las mujeres se enfrentaban a la pena de muerte por hacerlo. 

Son varias las mujeres que han dado la vida por defender el derecho de las mujeres a la educación, al trabajo, al salario, a la salud, al voto, etc., pero a pesar de los avances sustanciales en la paridad de género, las diferencias aún persisten, actualmente, en algunas regiones en desarrollo. 

Fue el 8 de marzo de 1857 cuando un grupo de mujeres realizaron una huelga en la fábrica textil donde trabajaban en Nueva York, para pedir “una jornada de 10 horas de trabajo e igualdad de salarios que los hombres recibían”.  

En respuesta a la huelga, se prendió fuego al edificio y se trabaron las puertas; allí murieron 129 trabajadoras, y para honrar su memoria, el 8 de marzo fue propuesto en 1910 en un Congreso Internacional de Dinamarca, y las Naciones Unidas adhirieron su apoyo a la celebración en numerosos países.  

El primer Día Internacional de la Mujer se celebró el 19 de marzo de 1911. Más de un millón de mujeres participaron públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, ellas demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y a la no discriminación por el mero hecho de ser mujer.  

No fue hasta 1975 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a celebrar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. En diciembre de 1977, la Asamblea General de la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.  

En la actualidad, ante esta ola imparable de feminicidios, violaciones y casos de violencia de género en México, la sociedad se pregunta: ¿qué esperanza tienen las mujeres de que la situación podrá mejorar? No hay mujer que no tenga miedo al ir al trabajo, al usar el transporte público, al caminar por la calle, al dejar a sus hijos en la escuela.  

Cada día se conocen más casos desgarradores de mexicanas que son asesinadas por el simple hecho de ser mujeres, de niñas raptadas y de jóvenes violadas, lo cual realmente es una pena. 

Si queremos que las cosas cambien para las mujeres se debe empezar en nuestro entorno inmediato: en el hogar y en los lugares de trabajo. De forma urgente las autoridades deben revisar sus protocolos de seguridad para las mujeres y de atención a quejas por hostigamiento y acoso en el empleo, con penas ejemplares.  

Este mes, amable lector, es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados y celebrar la valentía y determinación de las mujeres que han logrado alcanzar la igualdad y la justicia en esta deshumanizada y decadente sociedad. 

Feliz día a todas las mujeres; recordemos que una de ellas nos dio la vida. 

Jorge. A. Rodríguez y Morgado

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