La música sanadora

Año 2020, sin duda uno de los más difíciles que hemos pasado como humanidad.

Un mal día, de pronto y sin aviso, la sombra de la enfermedad se apoderó de nuestra salud mental y física llenándonos el alma de miedo y de tragedia.

Muchos amigos y familiares partieron de este mundo debido a este enemigo invisible y poderoso. Pero ¿qué pasó con los que quedamos aquí?

Pues tuvimos que adaptarnos a una nueva realidad de la mejor forma posible. Enclaustrarnos para evitar poner en riesgo la vida propia y la de los demás.

Pero, dentro de todo lo terrible que vivimos, otro ente invisible nos ayudó a muchos a sortear las nuevas dificultades que atravesábamos: ¡la Música! Dijera Serrat en una de sus canciones, ¡bendita música!

Es bien sabido por muchos, que la música genera serotonina y endorfina, que ayudan a mitigar el dolor físico, y dopamina, que provoca sensaciones placenteras. Por esta razón, al escuchar una canción o un tema que nos gusta, se despierta esa sensación de felicidad.

Muchos cantantes y músicos se vieron en la necesidad de aislarse como todo mundo; sin embargo, hubo una gran cantidad de artistas que a través de las redes hicieron su trabajo y ayudaron a las personas a no perder la esperanza en tiempos mejores.

No podré olvidar cómo vecinos en muchas partes del mundo salían a sus balcones para cantar a voz en cuello canciones cargadas de esperanza. La música ayuda a estimular el pensamiento positivo y por ende ayuda a ver la vida un poquito menos oscura.

No quiero trivializar de ninguna manera las pérdidas que muchos tuvimos de seres queridos; de ninguna manera. Lo que quiero decir es que en muchas culturas, y en especial nuestra maravillosa cultura mexicana, existe la capacidad de transformar la tragedia en una música que nos acaricie el alma.

Hace poco leí una frase que me encantó: “La música no cura una pandemia, pero alegra el alma”; reconocimientos al autor (a).

También se sabe que en muchos tratamientos médicos la música es utilizada para que el paciente logré una relajación y en cierta medida una más pronta rehabilitación.

En fin, queridos (as) amigos (as); la música posee la magia de ayudarnos a sanar porque llega hasta el alma, y en la medida que nuestra alma esté plena, seremos capaces de sortear las adversidades que en la salud y la vida misma se nos presenten. ¡Comprobado está!

Los dejo con el link de la canción para este artículo, una de las más optimistas que he escuchado…” Hoy puede ser un gran día”, con Joan Manuel Serrat. ¡Hasta la próxima!