Los diez mejores libros
A menudo, en entrevistas, les plantean a escritores la pregunta de preguntas: “Si tuviera que ir a una isla desierta, ¿cuáles serían los diez libros que se llevaría?”
Invariablemente responden que es difícil decirlo, y en consecuencia sus listas varían, aunque no mucho. A veces esta variabilidad obedece sólo a cierta petulancia del entrevistado, quien en vez de admitir la relevancia de determinado libro menciona otro, sólo porque es de su preferencia, o de algún amigo, y hasta lo califica de imprescindible.
Lo cierto es que casi siempre coinciden en algunos títulos que a lo largo de la historia de la humanidad se han convertido en clásicos, en emblemas del conocimiento y del arte literario, y por tanto en los diez libros que toda persona culta o medianamente culta debe de leer. Hay quienes opinan incluso que tras leer dichos libros es ya innecesario leer otros.
Desde mi perspectiva, considero que los siguientes son esos diez libros imprescindibles, pero agrego dos y otros cuantos para que el lector tenga opción de elegir y leer uno por cada mes de este año 2023:
Uno: La biblia. No sólo por contar, en el Antiguo Testamento, la impresionante historia del pueblo hebreo, sino por la gama de sabiduría que contiene en el Nuevo Testamento, a partir de la vida de Jesús. Por cierto, “biblia” se deriva del griego “biblos”, que significa “libro” o “escritos”. De aquí que a tal obra los católicos la llamen por antonomasia “la o las escrituras”, y a veces “las sagradas escrituras”. Una aclaración: incluyo aquí esta obra no por su contenido religioso, sino por su valor literario.
Dos: Las mil y una noches. Esta gran obra de la creatividad árabe no sólo contiene muchos de los cuentos más famosos, ingeniosos y citados – “Aladino”, “Simbad el marino”, “Alibabá y los 40 ladrones”, entre otros-, sino que resume la literatura de los pueblos de oriente.
Tres: La ilíada y La odisea. Juntas, porque tienen un mismo autor, el griego Homero. La primera narra el sitio de Troya por los griegos con el propósito de rescatar a Helena. La segunda cuenta el regreso de Ulises a su tierra, Ítaca, para reunirse con su esposa, Penélope, tras permanecer ausente 20 años, 10 en el sitio de Troya, pues era general, y 10 durante su vuelta.
Cuatro: Fábulas, del griego Esopo, historias breves que fueron modelos para otros fabulistas y que a la fecha siguen siendo modelos de moral.
Cinco. La eneida, del latino Virgilio. Obra que narra las aventuras y desventuras de Eneas, un troyano que tras la destrucción de Troya por los griegos, escapa y llega con algunos hombres a las tierras donde siglos después sus descendientes distantes Rómulo y Remo fundarán Roma.
Seis: La divina comedia, del italiano Dante Alighieri, un poema deslumbrante que en realidad se llama sólo La comedia y reúne el pensamiento cristiano de la Edad Media e influyó notablemente en el pensamiento católico.
Siete: El decamerón, del también italiano Giovanni Boccaccio, quien, por este libro que agrupa 100 cuentos, todos de una belleza erótica exquisita y además divertidísimos y plenos de saber, se considera el primer cuentista moderno.
Ocho: Hamlet, del inmenso poeta y dramaturgo inglés William Shakespeare. Según investigaciones, la obra con más adaptaciones para cine y televisión.
Nueve: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra. Personalmente mi favorita. Incluso, participé en el blog “Papeles perdidos” del diario EL PAÍS, que convocó a la pregunta “Qué obra literaria salvaría del fuego”, y mi comentario se publicó. Helo aquí: “Salvaría Don quijote de la Mancha porque, excepto La biblia, no conozco una obra tan llena de sabiduría en prácticamente cada una de sus páginas.” Es una obra tan imprescindible que, se cuenta, el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, aprendió español sólo para leerla en su idioma original.
Diez: Guerra y paz, del ruso León Tosltoi, la cual, según dijo Gabriel García Márquez, es la mejor novela del mundo.
Once: Huckleberry Finn, de Mark Twain, obra que es una especie de continuación de Las aventuras de Tom Sawyer, del propio Twain, y que está considerada como la raíz de toda la novelística norteamericana gracias al innovador manejo que el autor hizo de la técnica narrativa y del lenguaje.
Doce: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, por amena, hiperbólica, truculenta, llena de sabiduría y por ser un “bestseller” de calidad literaria indiscutible.
Como el lector podrá apreciar, esta lista de doce debería ser de cien, y hasta de mil, pues faltan decenas de libros inmortales y obligados para todo aquel que quiera preciarse de culto. Verbigracia, Pedro Páramo, de Juan Rulfo, que el propio Gabriel García Márquez calificó como la novela más bella que se ha escrito en español; La metamorfosis, del checo Franz Kafka; Robinson Crusoe, del inglés Daniel Defoe; El libro de buen amor, del Arcipreste de Ita; y muchos, muchísimos más…
Caray, ¡hay tanto, pero tanto que leer para este 2023!
Miguel Campos Ramos
Twitter: @miguelcamposr15
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