La danza de los millones

-Cuando todo se comercializó- 

 

 

“El espíritu comercial se apodera antes 

 o después […] de todos los pueblos. 

De acuerdo con esta lógica,  

el espíritu comercial, que impulsa 

 a la globalización, demostraría ser  

quizás más fuerte que los  

dioses que luchaban  

en el choque de culturas.” 

 

Byung Chul Han 

 

“Cuando el mundo de los negocios 

se apodera de la cultura, empieza la  

desaparición de las grandes orquestas 

de tango. El bandoneón se va del barrio. 

Ya está en los escritorios.” 

 

César Luís Menotti 

 

¿Cuántas de las representaciones de danza de los pueblos de origen se han ido perdiendo con el paso del tiempo? Mejor dicho: ¿Cuánto de folklore, de las danzas, de los rituales han desaparecido por no resultar “rentables”?, y ¿Cuántos bailes y protocolos de baile se han mantenido porque son “rentables”? Pareciera que todo se ha resumido en la danza, pero de los millones de pesos, de dólares, de ganancias. 

La historia de América Latina, su cultura, desde luego que tiene que ver con bailables y danzas antiquísimas, previas a la conquista y que después se fueron adaptando a las nuevas ideas europeas, pero sin perder su esencia de origen. Sin embargo, así como ha sucedido en los últimos 500 años, también hay evidencia de que muchos de ellos se han perdido, se han olvidado, han quedado en la historia, incluso, ni en la historia, porque no hay registro alguno en muchas de las ocasiones de esos bailables, danzas, etc., porque resultó en algún momento que no eran “rentables”. Hoy, esos antiguos rituales de baile se han convertido en atractivo turístico, y eso es lo que los mantiene, en tanto se mantengan para montar esos shows, en donde llegan cientos de turistas extranjeros a devorar la comida y las bebidas y pasar un rato con las danzas precolombinas. Incluso, algunas que ya no lo son, pero las hacen pasar como aquéllas; sin embargo, éstas se mantienen por el atractivo que tienen para los turistas, que en muchas de las ocasiones no saben lo que pagan, no saben la esencia y la historia de lo que están viendo, de los bailables, de los vestidos, etc., pero en tanto se mantengan con esos ritmos de atracción, desde luego que van a sobrevivir, porque resultan “rentables”. 

Hay ocasiones en que estos rituales y danzas también se mantienen vivos, ya no por los turistas, afortunadamente, sino por algún museo que resguarda los utensilios de baile, los vestidos, atuendos, etc. Es verdad que están casi en extinción, pues se encuentran archivados en un museo. 

En otras ocasiones, de estas danzas, atuendos, tradiciones, se hacen espectáculos políticos, particularmente cuando es necesario para algún mitin político, que hasta a esos políticos, candidatos y demás personajes les ponen los atuendos y parafernalia para los bailes, y éstos, gustosos con tal de que en las próximas elecciones voten por ellos, se ven agradecidos con esos atuendos; así, esas danzas también son redituables, es decir, son “rentables”, sin importar para los asistentes a esos eventos qué es lo que representaban en su momento de vigencia. 

Esta realidad sucede porque estamos en evidente vigencia de un capitalismo que todo lo convierte en negocio, y lo que no es así, desaparece. Esto es lo que ha sucedido no solamente con las danzas tradicionales, sino con todo lo que detecta el capitalismo, el cual solamente absorbe para depredar sobre ello. En mala hora se descubre alguna tradición o un lugar paradisíaco o pueblos pintorescos y autóctonos, ya que es la oportunidad para que sean explotados por el turismo, y con ello, si bien aumentan significativamente los ingresos de esos lugares, lo cierto es que se benefician los que llegan a esos espacios a prestar sus servicios a los turistas. Por lo cual, éstos absorben la economía de la región. Y las personas que llevan generaciones viviendo en esos lugares, resulta que nunca se ven beneficiadas; por el contrario, lo primero que sucede con ellas es que resultan desplazadas, salvo cuando van a los shows nocturnos a presentar sus bailables y demás artesanías. Por ello es que lo que subsiste de estas tradiciones, de ese folklore, de esos bailables y danzas, es lo que cruza la frontera de los redituable y por ende se sitúa en los millones.  

 

 

Silvino Vergara Nava 

(Web: parmenasradio.org) 

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