El humanismo y la canción

Sergio Rizzo 

El humanismo, entendido como el concepto en el que el ser humano es el centro de lo que ocurre en nuestro entorno y por ende las artes, los sentimientos y la necesidad de la humanidad por expresar sus emociones, provocando que el sentido creativo se potencialice.  

Tal y como sucedió en el siglo XV, pues partiendo de ese concepto, ahora sabemos la historia y todo lo que se desarrolló, ni más ni menos que el renacimiento. 

Como todo en la historia, la música y las canciones no son impermeables a los acontecimientos humanos. 

En nuestros tiempos, en donde la prisa y la tecnología nos van absorbiendo, da la impresión de que el sentido humanista se va perdiendo y que cada día se van empobreciendo las artes. 

Considero que no hay que creer tanto en ello; todavía existen personas que realizan obras cuyo propósito es mostrar la naturaleza del ser humano y la riqueza que encierra el poseer todas las virtudes y defectos que podemos tener en nuestra sociedad. 

Durante el siglo XX, autores como Bob Dylan, John Lennon (incluyendo su paso por los Beatles), en Europa, Bono y U2, Joaquín Sabina, Serrat, por solo nombrar algunos, integran en sus letras el acontecer humano, incluyendo el pensamiento, los sentimientos y el acontecer diario. 

Una canción que refleja al ser humano y sus contradicciones puede ser el muro de Berlín, de Joaquín Sabina, en la que dice:  

“…Ese tipo que va al club de golf si lo hubieras visto ayer 

Dando gritos de “Yankie go home”, coreando slogans de Fidel 

Hoy tiene un adoquín, en su despacho, del muro de Berlín. 

Ese mismo que tanto admiró la moral estilo soviet 

Por un catorce por ciento cambió, la imaginación al poder 

Desde que, a Hollywood, llega una línea, del metro de Moscú…” 

Este es solo un fragmento de este tema que les recomiendo escuchen con atención.  

En conclusión, mientras existan escritores, compositores y artistas que tengan la capacidad de mostrar las emociones y todo lo que somos como personas, el humanismo seguirá presente y, por qué no, quizás hasta nos haga mejores seres humanos. De esos que tanta falta hacen para hacer frente al futuro.  

Nos leemos en la próxima.