Consejos de maridaje para una rica cena navideña

Daniel Parra 

El maridaje de alimentos y vinos para la cena navideña es un arte que combina sabores, aromas, texturas e incluso tradiciones. Esta práctica se basa en resaltar los platos típicos de la temporada navideña con la elección adecuada de vinos, considerando una serie de puntos clave para garantizar una experiencia culinaria excepcional. 

La variedad de platos en una cena navideña suele ser amplia y diversa. Desde pavos o aves asadas hasta platos de pescado, acompañados de salsas dulces o especiadas, y una gama de guarniciones, es esencial considerar la complejidad de sabores, aromas y texturas. Un punto importante es identificar el plato principal y sus características dominantes, para seleccionar un vino que complemente y realce sus cualidades. 

La acidez es otro aspecto fundamental. Los platos navideños suelen ser ricos y grasos, como el pavo o el cerdo asado con salsas cremosas. En este caso, un vino será necesario, un vino más robusto, que ayude a equilibrar la grasa y limpiar el paladar entre bocados.  

Los sabores y aromas de los vinos también juegan un papel crucial. Por ejemplo, para platos de aves asadas con salsas frutales o agridulces, vinos blancos o tintos con notas frutales suelen ser elecciones acertadas. En contraste, platos más especiados, como el cerdo glaseado con especias, podrían beneficiarse de un vino con toques especiados o de barrica. 

Otro aspecto por considerar es la dulzura. En Navidad, los postres y platos con toques dulces son protagonistas. Aquí, maridar con vinos dulces, como un vino de postre, un jerez o incluso un espumoso, puede resaltar la experiencia gastronómica al complementar o contrastar con la dulzura de los platillos. 

La temperatura de servicio del vino también es crucial. Los vinos tintos jóvenes se sirven a 15 grados de temperatura; los reserva y gran reserva, entre 18 y hasta 20 grados. En el caso de los blancos, desde 7 a 9 grados. Por otro lado, los espumosos deben rondar los 7 grados. Particularmente me gusta mucho la versatilidad de estos últimos, ya que es muy fácil maridarlos; casi van con todo, incluidos los postres, además de ser el acompañante ideal de los grandes festejos. 

Estimados lectores, este tragón les desea ¡muy felices fiestas! 

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