Los tenis de la Colina 

Germán Montalvo

El nombre comercial que llevan estas clásicas zapatillas deportivas deriva de la Basílica de Superga, ubicada en Torino, Italia. En aquellos años sesenta, inolvidables en México, nació un símil de estos zapatos deportivos, llamados Superfaro. La fábrica estaba al norte de mi ciudad, junto a la colonia en la cual crecí. 

     Este modelo 2750 de Superga es uno de los muchos íconos que definen al diseño en Italia; el otro podría ser su cafetera Moka. Los tenis Superga nacen en 1913, un año antes del inicio de la primera guerra mundial. Treinta y seis años después, esa ciudad al norte de Italia, trágicamente, se enlutó. Uno de los acontecimientos deportivos más tristes que asocian a la Básilica de Superga sucedió en 1949: el avión en el que viajaba el equipo de futbol Torino (uno de los dos equipos que inauguró el Estadio Azteca) de regreso de Lisboa, se estrelló en uno de los muros que circundan a la hoy famosa iglesia de aquella colina. Es difícil decir que las heridas están cicatrizadas. Detrás de cada ícono hay una historia.