El muralismo mexicano, precursor de una filosofía propia Latinoamericana

SOCIOLOGÍA DE LA SUPERVIVENCIA

Silvino Vergara Nava 

 

 

 

“América Latina debe buscar su 

 propia voz. Su ontología.  

Su modo de ser en el mundo.  

Su filosofía. 

Si no encuentra la capacidad de 

 pensarse a sí misma, quedará para  

siempre sometida al proyecto imperial.” 

 

José Pablo Feinmann

 

 

 

¿Es posible crear en América Latina nuestra propia filosofía?, una que se sustente en nuestras costumbres, leyes e instituciones; nuestra propia filosofía, que corresponda a nuestras propias necesidades, y no a las urgencias económicas de las industrias extranjeras para explotar los recursos naturales de América Latina y a toda nuestra población, pues es falso que solamente se explote a la clase trabajadora, a la clase media y a las clases bajas, esto se hace extensivo a los empresarios, a los que enamora o encajona a que su única opción de progreso sea maquilar los productos que el sistema económico monopolizador indica, o bien para que sus empresas sean mal vendidas, rematadas a los precios que las grandes corporaciones dictan. 

En los tiempos del inicio del siglo XX, en México, una vez que estaba finalizando la revolución mexicana, apareció el muralismo mexicano, que se distingue por provocar una ideología propia, en donde proteja a los más necesitados, particularmente obreros, campesinos y los pueblos de origen, pero influido por el marxismo y las ideas socialistas de esos tiempos y que pareciera que retoñan cien años después. 

En los tiempos post-revolucionarios, el muralismo fue protagonista en sustentar ideas relacionadas con fortalecer un propio pensamiento mexicano, hay que recordar que se venía del movimiento bélico más sangriento de este continente, pues causó un millón de muertos, la revolución mexicana, que vista cien años después, pareciera que la hemos dejado guardada en las vitrinas de los museos. 

Ese movimiento muralista mexicano dio vuelta por todo el mundo, basta con recordar murales emblemáticos pintados en Nueva York, o en Europa; lamentablemente, muchas de las cosas que se hacen en México cuentan con sus maestros, pero no con sus alumnos, una de las crisis que tenemos en América Llatina. La falta de la formación, de hacer escuela, es una constante en México y en todo América Latina. Basta con recordar lo que sucede con los gobiernos de izquierda, que están lejos de buscar una alternativa que no sea del mismo equipo y pensamiento. Así, no se forman las generaciones de abajo, los discípulos, los más jóvenes. La muestra más palpable es que en el caso de los gobiernos de izquierda, particularmente, lejos de ceder el cargo a las nuevas generaciones, procuran quedarse en el poder, basta con recordar a la presidenta de Argentina o bien al movimiento de Evo Morales, que insiste en otro cargo público, lo mismo con los actuales titulares de la administración pública en otros países, como Venezuela, Nicaragua, Cuba, etc. 

¿Por qué no se hace escuela en México? La muestra palpable es el muralismo, que se forjó hace cien años. Aparecen los grandes maestros, los grandes políticos, profesores, académicos, científicos, muralistas, artesanos, etc., pero no hay quien tome la sucesión. El problema que pudiera suceder es que, en nuestra cultura, hay falta de compromiso con las generaciones jóvenes, pues siempre se ha sostenido que hay una zanja entre las generaciones adultas y los jóvenes, eso nos pasó a nosotros, en nuestra juventud, y ahora, en nuestros tiempos de madurez. 

Esto no es proveniente de las instituciones educativas, de las universidades, de los centros de estudio, esto es propio de los maestros, que lejos de enseñar sus técnicas, sus conocimientos y sus experiencias, hacen lo contrario. Cuántas ocasiones nos hemos topado con esas historias de que la abuela era muy buena cocinera, con una sazón especial, y que desafortunadamente nunca quiso dar las recetas, menos enseñar de sus habilidades gastronómicas.  

Así nos topamos con otras artes y conocimientos, se van perdiendo con el paso del tiempo, nuestra cultura latinoamericana tiene mucho en particular de que no se deja la memoria respecto a los conocimientos adquiridos con la experiencia, con la práctica, con los años, por ello es que resulta cada día más complejo recuperar aquellas tradiciones, costumbres, lo cual hace que se olviden esos antecedentes y que se haga la vida más norteamericanizada del simple consumo.

 

 

 

(Web: parmenasradio.org) 

Compartir

About Author

Related Post

Leave us a reply