CINE 

Agustín Ortiz 

 

 

Desde 1938, el año que debutó Superman (creación de Jerry Siegel y Joe Schuster) en las páginas de Action Comics, la cultura popular se ha nutrido de historias que -siguiendo el arte secuencial y empalmando diálogo con imágenes-, acabaron moldeando sus mitos y creencias influidos en mayor medida por el llamado noveno arte. 

Un hombre puede volar. 

Un nerd se convierte en héroe de millones. 

Un grupo de inadaptados se convierte en la última esperanza para una sociedad que los rechaza. 

Un huérfano decide usar su fortuna para luchar por la justicia que a él le negaron. 

Ensayistas como Dorffman y Mattelart, teóricos como Umberto Eco y novelistas como Michael Chabon (por mencionar algunos) han plasmado en su trabajo cómo el mundo de la historieta/cómic en muchas ocasiones ha servido -a través de su escapismo- como un espejo que refleja y al mismo tiempo explica el mundo en el cual vivimos, quitando poco a poco el estigma de ser materiales para niños para ser consideradas simplemente grandes historias, mismas que desde hace unos años también es imposible separar del séptimo arte, nutriendo cada verano (ya sea bajo el nombre de Marvel o DC) la cartelera para dar entretenimiento a las masas. 

Que el siguiente listado (desordenado y totalmente subjetivo, como toda recomendación, además de aclarar que el cómic mexicano, asiático y lo under y místico de Crumb, Moebius y compañía ameritan su propia lista tanto por su singularidad como por su riqueza narrativa) sirva cual puerta de entrada para conocer un poco de este arte; niños que hablan con tigres imaginarios, héroes llevados al límite, galos que defienden su aldea, y más, conviven con el común denominador del placer de la lectura. 

Y de soñar. 

 

1.- Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons 

Único cómic en ser incluido en la lista de 100 mejores novelas por la revista Time, además de primer paso en la consideración de los cómics como literatura (y ganador del prestigioso premio Hugo), esta distopía de Alan Moore y Dave Gibbons es una que cada día se acerca más a los tiempos que vivimos, desmontando de paso el mito del superhéroe para recordarnos al ser humano que se esconde detrás del antifaz y la capa. 

 

2.- Superman: All Star, de Grant Morrison y Frank Quitely 

Las 12 pruebas de Hércules, mito griego fundacional por donde los haya, es trasladado a un Superman que al comprender que le queda poco tiempo de vida decide dedicarse a salvar el mundo. Emotivo, duro y esperanzador, Morrison entiende al personaje igual que un Dios. Y nos maravilla. 

 

3.- Batman: Killing Joke, de Alan Moore y Brian Bolland 

Moore de nuevo. No es el mejor ni el definitivo a la hora de hablar de Batman, pero sí el que más ha influido a la hora de cómo pensamos al caballero de la noche, además de confirmar en el Joker a uno de los villanos más aterradores del siglo XX. Uno que ante el horror optó por la locura. Uno que aquí se siente funestamente cercano. 

 

4.- Saga, de Brian K. Vaughan y Fiona Staples 

¿Star Wars? No es nada al lado de Saga. Con el pretexto de contarnos la historia de dos amantes de razas distintas, esta sopa opera es un agasajo visual y narrativo donde cada número nos ha mantenido al borde de la página desde su publicación en el 2012. Y lo que falta. 

 

5.- Asterix, de Rene Goscinny y Albert Uderzo 

La novela histórico-histérica por excelencia está en este trabajo de Goscinny y Uderzo, donde en la historia de una pequeña aldea gala que se resiste a la invasión romana encontramos altas dosis de comedia, heroísmo y crítica social; quizá haya sido un poco olvidada, pero del 59 al 77 (fecha en que falleció su primer guionista, Rene Goscinny), no había algo más entretenido que las aventuras de Asterix y Obelix. 

 

6.- Tintín, de Herge 

El eterno trotamundos. Lo que aquí Herge nos narra son las aventuras de un periodista que, en medio de intrigas internacionales y enigmas milenarios, nunca olvida el corazón y el placer de una buena historia. Y pocos personajes más exquisitos ha alumbrado la cultura popular del siglo XX que el entrañable y pendenciero (además de un poco borracho) Capitán Haddock. 

 

7.- Sandman, de Neil Gaiman 

Definido por Norman Mailer como el primer cómic intelectual, la lucha (y consecuencias) de Morfeo por recuperar su reino (con una narrativa a medio camino entre la fantasía psicodélica y la fábula) es una que no deja de asombrar. Si bien las acusaciones contra su autor nos han hecho replantearnos muchos momentos en ella, cuando da en el clavo se queda con uno. 

 

8.- The Invisibles, de Grant Morrison 

Un grupo terrorista busca despertar al planeta de una manipulación a la cual los han acostumbrado. ¿Matrix? ¡No! Esta obra de Grant Morrison se adelantó por muchos años a las hermanas Wachowski, sólo que donde ellas decían tecnología, él decía esoterismo, dadaísmo, teoría del caos, viajes en el tiempo y más en un coctel adictivo. 

 

9.- Calvin y Hobbes, de Bill Watterson 

A 40 años de que Watterson decidiera dar por finalizadas las aventuras de un niño hiperactivo y su tigre de peluche, nada se ha acercado a la sensibilidad y magia de esta tira dominical. Que su autor haya rehusado ofertas de SpielbergLucas Nickelodeon (por mencionar algunos) para comercializar su obra, habla de ella no sólo como una mera historieta, sino también como uno de los trabajos más puros del noveno arte. 

 

10.- Bone, de Jeff Smith 

Responsable del boom de cómics para jóvenes, esta épica de Smith (mezcla curiosa de El Señor de los anillos y los Looney Tunes) es un código entre conocedores no sólo del mundo del cómic, sino entre los amantes de las buenas historias. 

 

11.- Mafalda, de Quino 

La gran novela sobre la clase media latinoamericana se encuentra en este trabajo de Joaquín Salvador Lavado Tejón “Quino”, una que en el personaje de Mafalda (y Miguelito y Susanita y Manolito y…) educó a una generación sobre cómo ver y enfrentar el mundo. En medio del caos de los 60 pero siempre con la risa y el alma por delante. 

 

12.- Tales from the crypt/The vault of horror/The Haunt of Fear, de EC Comics 

Antes del Rock and Roll, los cómics eran el verdadero diablo para los jóvenes, nunca mejor mostrado que en estas tres historietas que, bajo el amparo del excéntrico William M. Gaines, aterraban y sorprendían a generaciones. Y qué talentos: CraigIngelsKamen¡BRADBURY!Davis y demás leyendas reunidas bajo un mismo techo, con la consciencia de la colorista Marie Severin dándoles forma a las pesadillas de una generación (Stephen King es sólo uno de los que jura por su nombre). 

 

13.- Maus, de Art Spiegelman 

Primer (y hasta le fecha único) cómic en ganar el Pulitzer, esta historia sobre la segunda guerra mundial (basada en las memorias de la familia de su autor) no ha perdido su capacidad para calar; dolorosa iluminación sobre uno de los momentos más terribles de la historia de la humanidad y reivindicación del cómic underground como arte. 

 

14.- My favorite thing is monsters, de Emil Ferris 

De génesis tortuosa (su autora tardó, debido a una serie de enfermedades, 7 años en completar el primer tomo) y éxito inmediato, la historia de la pequeña niña-lobo-detective Karen Reyes es una que late en cada una de sus muy inventivas páginas. El cómic como objeto de arte. 

 

15.- Love & Rockets, de Jaime y Gilbert Hernández 

La gran novela-río chicana se encuentra en este trabajo de los Bros Hernández, donde 100 años de soledadJohn Waters y Russ Meyer son sólo algunas de las influencias para hablar de este cómic, quizá la cumbre de la escena independiente de la historieta. 

 

16.- Persepolis, de Marjane Satrapi 

El paso de adolescente a mujer de una niña iraní, con la revolución islámica de 1979 como telón de fondo, es uno que a veces duele leer pero que no deja de conmover. 

 

17.- DaredevilBorn again, de Frank Miller y Dave Mazzucchelli 

El defensor de Hells Kitchen encuentra un villano que quizá no pueda vencer: la depresión. La historia de un hombre que lo pierde todo y comprende que debe seguir luchando. Marvel dejando a un lado lo cósmico para volver su ojo a lo humano. Cruda, obscura y esencial. 

 

18.- Peanuts, de Charles Schulz 

Que los dibujitos bonitos no los engañen, porque la melancolía con la que Schulz impregnó a Charlie Brown, Lucy, Snoopy y compañía es una que ni todo el merchadising que la rodea disminuye la sabiduría de sus páginas. 

 

19.- DC: The new frontier, de Darwyn Cooke 

Carta de amor a la mitología de DC comics y perfecta primera historia de la Liga de la JusticiaCooke parte de la literatura pulp y de aventuras para recordarnos que todo empezó con el heroísmo. Y el escapismo. ¡Y ese arte! 

 

20.- Spiderman, por Steve Ditko y Stan Lee 

Sí, en ese orden. Consumación del héroe-como-humano, la evolución de Peter Parker de nerd tímido a esperanza de Manhattan, esa que ha enamorado a millones de fans, comienza aquí. Y nunca mejor. 

 

21.- The Galactus Saga, de Jack Kirby y Stan Lee 

Sí, en ese orden. La primera familia de Marvel en su primera gran saga cósmica combatiendo a (según se cuenta) un Dios. Es tan bueno como dicen. 

 

22.- Hellboy, de Mike Mignola 

Un demonio/detective paranormal debe evitar cumplir la profecía que lo coloca como el destructor de la humanidad, mientras combate brujas rusas, monos diabólicos, hombres torcidos y monjes locos. Un Indiana Jones dark, un Ghostbusters solemne, una obra única dentro del cómic independiente. 

 

23.- X-Men: Days of future past, de Chris Claremont y John Byrne 

Todo Terminator sale de aquí (y de Harlan Ellison, pero ésa es otra historia). Quizá la historia definitiva de X-Men y el mejor uso del viaje en el tiempo dentro de cualquier medio. Imperdible. 

 

24.- Batman: The Dark Knight Returns, de Frank Miller 

Batman viejo, cansado y a lo Clint Eastwood con el defender a Ciudad Gótica como penitencia. El mundo del cómic entra a la edad adulta en esta obra de Frank Miller. 

 

25.- Las historias de El Pato Donald/Rico MacPato, de Carl Barks y Don Rosa 

Una de las mitologías más ricas y entretenidas dentro de la literatura se encuentra en el trabajo de estos dos peculiares genios (casi borrados por Disney, cabe mencionar) dentro de la familia patuna por excelencia. Vida y Tiempos de Rico MacPato (de Rosa) sigue siendo lo más cercano que el cómic ha tenido para emprender la idea de la gran novela americana, y el trabajo de Barks con Donald sigue causando la misma maravilla que cuando se publicó por primera vez…  en 1935.