Ande, ande, ande ¡La Marimorena!
Como cada año, estamos en una época en la que la esperanza, el amor, la fe, la fiesta y el espíritu de convivencia humana se hacen presentes en prácticamente todo el mundo.
La música, desde los tiempos del nacimiento de la religión cristiana, fue un elemento esencial para difundir y consolidar la nueva religión, a pesar de la persecución de los seguidores y creyentes de la doctrina de Jesucristo.
Poco a poco la música de esta nueva doctrina fue popularizándose cada vez más en Europa hacia el siglo IV y posteriormente con los cantos Gregorianos.
Ya hacia los siglos XI y XIII surge una música pagana que no se limitaba exclusivamente a la estructura melódica de los cantos Gregorianos, sino en la que, con una estructura y lenguaje más simples, se contaban los hechos de alguna comarca o villa; de ahí que con el tiempo surgieran los términos villancico, en España, laude, en Italia, y carol, en Inglaterra, para identificar este género musical.
Cobrando mayor popularidad en el siglo XV y XVI, en España principalmente, esta música llegaría a Latinoamérica alrededor del siglo XVII. En ese tiempo y posteriormente, surgirán autores como Purcell, en el siglo XVII, o Bach, en el siglo XVIII, quienes conservarán vigentes los temas litúrgicos.
Ya en el siglo XIX se adquiere el nombre de villancico para describir este género de música y el ambiente festivo que caracteriza la celebración del nacimiento de Jesús y el peregrinar de José y María.
En el siglo XX se continúa la tradición, y hoy en día seguimos entonando los tradicionales villancicos de origen español, así como los carols de origen inglés.
Así que, queridos (as) lectores (as), preparémonos para seguir cantando las posadas en nuestro México, acompañadas de “Silent night”, “We wish you a Merry Christmas”, “Los peces en el río”, “La Marimorena” o la canción que más les recuerde a los seres queridos, la familia, la niñez.
Que de nuevo vivamos la ilusión de la cena esperando la llegada de “Santa” o del “Niñito” Jesús –dependiendo de con quién se porten mejor-, o simplemente para celebrar la conclusión de un año que, como todos, a pesar de los obstáculos, pudimos sortear para salir avante.
Como de costumbre, los dejo con una canción, con el mejor deseo de que pasen una maravillosa Navidad y que la vida les siga regalando felicidad y serenidad en el año venidero.
Sergio Rizzo
rizzoser@yahoo.com.mx
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