De aquellas noches María Bonita
Objetos de Teresa Lara, hermana de Agustín Lara, en el Museo El Rincón de los Recuerdos, en Tlatlauquitepec, Puebla. Foto: Cortesía Jorge Alberto Guzmán
MUSEOS
Eduardo Pineda
En el municipio de Tlatlauquitepec, Puebla, bien llamado “Pueblo Mágico”, vive Jorge Alberto Guzmán, quien fue ahijado de Teresa Lara, hermana del icónico y emblemático músico y compositor mexicano Agustín Lara, quien desde temprana edad ganó el mote de “Flaco de Oro”. Jorge Alberto ha convertido su casa en un hotel boutique que alberga en su interior, en un desván con vista a la barranca, el museo “Rincón de los recuerdos”, donde atesora los objetos que su madrina coleccionó, muchos de ellos pertenecientes al Flaco de Oro.
María Teresa Lara del Pino, nacida en Tlatlauquitepec en 1904, se casó con Nicanor Guzmán Guerrero, hermano del abuelo paterno de don Jorge, a quien le escribió los versos que posteriormente Agustín Lara utilizaría en la canción “Adiós, Nicanor”.
Fue también en este pueblo que se engalana con la presa La Soledad, enmarcada por exuberante vegetación, donde nació el padre de Agustín Lara, un médico militar que, además del Flaco de Oro, tuvo otros dos hijos: Tere y Pipo -este último falleció a los 7 años-. Los tres nacieron en Ciudad de México antes de mudarse a Tlacotalpan, Veracruz, municipio que se precia de ser la cuna de Agustín y con ellos la cuna de la canción mexicana.
Al ser sobrino nieto de Nicanor Guzmán, Jorge Alberto Guzmán tuvo la oportunidad de conocer a la compositora María Teresa Lara y convivir con ella. Jorge narra con gallardía en la voz y enjugando lágrimas de emoción que “toda la música era de Don Agustín, pero no así los versos; los versos, algunos, se los hizo la hermana, Teresa, y ya posteriormente él los hizo canciones”
El señor Jorge pudo conocer bien a Tere Lara, ya que ella y su marido visitaban con cierta frecuencia a su abuelo -hermano de Nicanor- y nos comentó que, aunque él nunca lo vio, una de sus tías tuvo la oportunidad de visitar la casa del Flaco de Oro.
María Teresa Lara de Pino es muy recordada en Tlatlauquitepec, hay una estatua de ella; sin embargo, enfatiza don Jorge, en su época ella era conocida por ser la esposa de Nicanor y la hermana de Agustín Lara. Hoy, en el museo El Rincón de los Recuerdos, enclavado en la Sierra Norte del estado de Puebla, además de los recuerdos de los Lara, se muestran artesanías de la región: las lámparas, puertas y otros objetos que fueron hechos por artesanos de la localidad.
Los paisajes que envuelven en mítica atmósfera al hotel y por ende al museo son dignos de apreciarse con postales dinámicas, la frase que bien podría ser el emblema del lugar es: “Aquí, si no le gusta la vista no se preocupe, en 20 minutos cambia”, así es la Sierra Norte de Puebla, así es la montaña, así es el bosque, así, igual que la vida.
Conocer parte de la historia íntima de uno de los principales exponentes de la música de nuestro país, tan de cerca, de forma tan personal, como quien abre el armario del abuelo, nos transporta al piano, al disco de acetato y nos hace cantar, en voz bajita: “Acuérdate de Acapulco, de aquellas noches, María Bonita, María del alma…
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