¿Educación? Para eso está la Inteligencia artificial

SOCIOLOGÍA DE LA SUPERVIVENCIA 

Silvino Vergara Nava 

 

 

“La formación académica y las habilidades 

como la creatividad, la originalidad, la  

inteligencia social y emocional, serán clave 

para las profesiones del futuro.  

Y la formación académica tendrá que 

 ir mucho más allá de las actuales carreras 

unidimensionales, como la abogacía, la 

medicina o la administración de empresas.” 

 

Andrés Oppenheimer 

 

 

Las tareas, los reportes, los ensayos, las tesis, las investigaciones, los cuestionarios, todo es con inteligencia artificial, ¿existe plagio?, mejor no investigamos, porque de ser así, nos quedamos sin alumnos. 

Además, no hay que dejar tareas a los alumnos, provoca estrés al niño o a la niña, y sobre todo, a su familia, seguro que tendremos, por lo menos, dos o tres madres de familia el día lunes en las escuelas, reclamando el exceso de tareas; pero, sobre todo, en el fondo, se potencializa la probabilidad de que al final del ciclo escolar se cambie al niño o la niña de escuela, y ya no sigan pagando sus colegiaturas. 

Por cierto, hay que cuidar a los alumnos de los propios profesores, porque si son exigentes, habrá que correrlos, si llegan a perder el tiempo contando la historia de su vida, entonces habrá que despedirlos, si son personas ya mayores, no controlan al grupo, tienen métodos de enseñanza antiguos y se burlan los alumnos de ellos, si se trata de profesores y profesoras jóvenes, corremos el riego de que enamoren a alumnos o alumnas y, de paso, a los padres y madres de familia. 

Hoy, estamos viviendo una crisis mundial en la educación, porque en la historia de la humanidad no se había contado nunca con tanto conocimiento concentrado, y sobre todo, con tantos niveles de estudio; después de la licenciatura, que es a la que aspiraban los estudiantes del siglo XX, contamos con especialidades, que resultan fugaces, con maestrías y doctorados, y aun para el más exigente, contamos con pos-doctorados, todo con el afán de que se sigan cultivando y preparando, sobre todos en esos conocimientos que no paran de avanzar. 

Pero cuidado con esos conocimientos, la mayoría de las ocasiones se trata de conocimientos meramente operativos, y ése es el problema principal de esta época: contamos con una gran cantidad de estudios técnicos, es decir, se implementan talleres, cursos, seminarios, que se enfocan a lo meramente operativo, esto es, la educación se ha centrado en mostrar, por medio de horas y horas de sesiones, cómo opera una máquina, cómo entender un manual operativo, un programa de cómputo, etc.;  nos hemos quedado con una gran cantidad de conocimientos que son simplemente la información necesaria para hoy, pero no para el mañana, lo cual representa que estos alumnos se conviertan en operadores de máquinas, de computadores, de sistemas, y se corre el riesgo de que una vez que avance la tecnología, de nada sirve lo estudiado por horas y horas en universidades, escuelas y facultades, se vuelve conocimiento obsoleto. 

Pero eso no es todo, ahora resulta que muchas de las tareas, ya las hace eso que se denomina “inteligencia artificial”; por ende, hay un ambiente generalizado en donde los alumnos se confían en esta tecnología, como si ella resolviera todo, cuando, por el momento, esto no es así; sin embargo, está modificando la manera de comportarnos ante la educación, por lo menos, la estamos asumiendo más fácil de acceder, de terminar cualquier licenciatura, maestría, etc. 

En los inicios del siglo XIX Simón Rodríguez, el maestro de Simón Bolívar, sentenciaba: “Enseñen a los niños a ser preguntones, para que se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como los limitados, no a la costumbre como los estúpidos.” 

Esta sentencia lapidaria de la que han pasado doscientos años sigue muy actual para la educación, a pesar de la tecnología actual, de la información con que contamos, del acceso a ella, pues la simple información se trata de datos que se proporcionan, pero el problema no es contar con los datos, sino razonarlos, comprenderlos y aplicarlos. Por citar un ejemplo, ¿para qué se contrata a los abogados?, si es que las leyes están a disposición de todos, lo mismo que la jurisprudencia; es más, ahora con la inteligencia artificial, se puede solicitar a los equipos de cómputo que se tenga en la pantalla de un equipo electrónico cualquier texto jurídico, pero se contrata a estos profesionistas no para que lean los documentos, sentencias, las leyes, un artículo de la ley, a voz alta y con buen tono, sino para que nos den su interpretación de la ley, ésa se aprende y se va depurando con el paso del tiempo, pero sobre todo con el estudio razonado, que es lo que está olvidándose en las escuelas, pues lo que importa es la matrícula de alumnos, no la calidad de la educación; y del otro lado, por parte de los alumnos, al fin y al cabo contamos con la inteligencia artificial; entonces: ¿para qué estudiar?, ¿para que la educación? 

 

 

(Web: parmenasradio.org) 

Compartir

About Author

Related Post

Leave us a reply