El amor y la amistad
El amor es como el viento, no se puede ver, pero sí se puede sentir.
Anónimo
Febrero ha sido considerado, desde hace varios siglos, como el mes de la “purificación” a través del amor y la amistad. Su nombre proviene de la palabra en latín Februare, la cual nace de Februo, que significa “limpiarse”. Este mes fue nombrado de esta manera ya que en febrero los romanos realizaban ciertos ritos religiosos que tenían como finalidad conseguir la “pureza”.
En su origen el mes de febrero era el último mes del año. Durante este periodo se purificaban las ciudades, las personas, los hogares, de todo lo malo ocurrido durante el año, para así comenzar el nuevo año en Martius (marzo) limpios de impurezas.
En Roma en este mes de febrero también se celebraba una fiesta de purificación conocida como Lupercales o fiesta de la februa. Februa era el nombre que se daba a unas tiras de piel de macho cabrío con las que los celebrantes azotaban a la gente. Este azote ritual tenía un valor purificador. Se suponía además que propiciaba la fertilidad femenina y facilitaba el parto.
Febrero también es catalogado como el Día de San Valentín o Día del Amor y la Amistad. Existen varias versiones en relación con su origen. Una de ellas dice que en los países nórdicos (Finlandia, Noruega, Dinamarca e Irlanda) febrero es el mes durante el cual las aves se emparejan y aparean. Otra señala que se trata de una fiesta romana que se cristianizó.
La versión más difundida cuenta que en la Roma antigua del siglo III d. C., cuando los cristianos eran perseguidos, se prohibía a los soldados que se casaran por creer que estando solteros rendían más en batalla. Un sacerdote llamado Valentín de Roma consideró como una injusticia esa orden y siguió dirigiendo el rito del matrimonio para parejas jóvenes, casándolas en secreto.
El emperador Claudio II se enteró de lo que hacía este sacerdote, lo aprehendió y lo condenó a muerte. En lo que llegaba el momento de morir, el sacerdote le dio clases a Julia, la hija de su carcelero. Y se enamoró de ella. El día de su decapitación, 14 de febrero de 270 d. C., le escribió un mensaje que firmó: “De tu Valentín”.
También se afirma que la fiesta de San Valentín se origina en dos de los festivales paganos que se realizaban en la antigua Roma: Lupercalia y el día de fiesta de Juno Februata.
Las fiestas de las Lupercales se celebraban en la Antigua Roma el 15 de febrero de cada año. Su nombre deriva supuestamente de lupus (lobo) e hircus (macho cabrío, un animal impuro). Estas fiestas fueron establecidas por Evandro el Arcadio en honor de Pan Liceo.
El Papa Gelasio I prohibió y condenó la celebración pagana de las Lupercales. Quiso cristianizar esta festividad y la sustituyó por el 14 de febrero, cambiándola en una procesión de candelas pidiendo, en cánticos y letanías, la misma protección contra la muerte y la fertilidad que procuraba Fauno Luperco.
En la antigua Italia el mes de febrero estaba consagrado a la Diosa Juno Februata o Juno Februa. Su fiesta era celebrada el 14 de febrero. Ella era la Diosa de la “fiebre” de amor, tanto como de las mujeres y el matrimonio. En su fiesta, los hombres solteros participaban de una especie de “lotería” tomando pequeños boletos de papel puestos en un recipiente.
En esos pequeños papeles estaban escritos los nombres de las mujeres solteras de la comunidad. La pareja formaba una relación temporal durante los juegos que tenían lugar durante el festival y luego permanecían como pareja durante los siguientes 12 meses. Muchas veces estas prácticas derivaban en matrimonios que perduraban con el tiempo. En 494 d. C., el Papa Gelasio renombró el festival de Juno Februata como la “Fiesta de la purificación de la Virgen María”.
Feliz mes del amor y la amistad, disfrute de febrero.
Jorge. A. Rodríguez y Morgado
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jarymorgado@yahoo.com.mx
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