El Erotismo… Inspiración para la música

Si bien el amor es quizá uno de los temas más recurrentes en la canción, no hay que dejar a un lado esas canciones que tienen un alto contenido de erotismo. 

Las canciones de amor pueden componerse para la pareja, los hijos, la patria, la madre y un sinfín de personajes y entes que llevamos muy dentro del corazón. En cambio, la canción erótica lleva esa carga emocional y sensible para la persona amada o simplemente deseada.  

Existen muchísimas canciones eróticas que trataré de recordar y de nombrarles, dejándoles algunos fragmentos de éstas para que las recuerden. 

Por ejemplo:  

 

“…Es pasión, delirio de estar contigo 

Y yo soy dichoso mi bien, porque me quieres también…” 

 

Fragmento de aquella bella canción “Delirio”, de César Portillo de la Luz.  

 

La forma erótica en las canciones hace cumplir la regla dorada del erotismo…La sutileza. Y me refiero a esto, porque a veces se confunde el erotismo con la vulgaridad, el doble sentido, lo soez y lo ordinario. El erotismo en sí es cadencioso, es suave, es rítmico, delicado.  

 

“…Déjame celebrar la primavera, en el hermoso largo de tu cuerpo. 

     Déjame recorrer ese universo, que conozco sin límite y frontera 

     Déjame despertar sobre tu pecho, que calienta mi piel como una hoguera…” 

 

Así lo dice Pablo Milanés en su canción “Comienzo y final de una verde mañana”.  

Pablo encuentra en esta canción las palabras precisas y sutiles para seducir y halagar a la mujer querida. 

¡Ah! Pero no sólo el género masculino compone bellas canciones con erotismo incluido, ¡no, señores!, y para decir esto me atreveré a mencionar una de las canciones más conocidas a nivel mundial, canción a la que hasta los mismos Beatles le hicieron una versión: 

 

“…Bésame, bésame mucho 

Como si fuera esta noche la última vez 

Bésame, bésame mucho 

Que tengo miedo a perderte, perderte después 

Quiero tenerte muy cerca mirarme en tus ojos 

Verte junto a mí 

Piensa que tal vez mañana ya estaré lejos 

Muy lejos de aquí… 

 

La gran Consuelo Velázquez escribió esta maravilla en 1932 con tan sólo 16 años y se cuenta que la compuso antes de ser besada. Fue tan entendido el erotismo de su canción, que en 1950 fue prohibida en España durante el Franquismo. Y es que sí, aun hoy en día, si alguien llega y les canta esto al oído, ¿a poco no hasta la piel se eriza?  Y dijera una amiga “… ¡Cómo no! …” 

 

Hay algunas canciones más obvias en el sentido del erotismo y el acto sexual. Por ejemplo, recuerdo ahora una canción chulísima de Alberto Cortez que se llama “Mientras llueve” y de la que aquí, como es cortita, les digo la letra: 

 

 

 

Llueve, y tus ojos brillan más que la lluvia en el cristal de la ventana. 

Es tu voz, el delirio de tu voz quien me reclama. 

Y en la penumbra, el deseo de tu boca de encontrarse con mi boca, 

Es más fuerte que la lluvia. 

 

Llueve, la penumbra es nuestra aliada  

Y yo veo en tu mirada, la noche, sin estrellas, 

En un cielo de escarlata cual espejo de tu alma. 

Tus labios rojos ya cansados de besarme 

Se entreabren anhelantes para decirme: ¡deseo! 

Llueve, nuestros pechos ya jadeantes 

Nos invitan un instante… 

A morir. 

 

¡Vaya manera de describir la unión de dos personas!, gráfica, pero sutil, clara, pero delicada. En fin, una canción erótica redondita. 

  

También hay canciones eróticas con el pensamiento en solitario… ¡¡ sí!!  

Aquí van dos ejemplos: 

 

“…A veces recuerdo tu imagen desnuda en la noche vacía, 

Tu cuerpo sin peso se abre y abrazo mi propia mentira. 

Así me reanuda la sangre tensando la carne dormida, 

Mis dedos aprietan, amantes, un hondo compás de caricias. 

Dentro, me quemo por ti, 

Me vierto sin ti y nace un muerto…” 

 

Este es un fragmento de la canción “Dentro”, de Luis Eduardo Aute. 

Por supuesto, no puede faltar el maravilloso Armando Manzanero. 

 

Voy a apagar la luz para pensar en ti 

Y así, dejar volar a la imaginación. 

Ahí, donde todo lo puedo, donde no hay imposibles, 

Qué importa vivir de ilusiones si así soy feliz. 

Cómo te abrazaré, cuánto te besaré 

Mis más ardientes anhelos en ti realizaré 

Te morderé los labios me llenaré de ti 

Y por eso voy a apagar la luz para pensar en ti. 

 

Ahora, también existen temas en donde la seducción es la principal protagonista para que se dé el erotismo. Y uno de los compositores a los que se les da esta situación de una manera natural y de una forma cínica y seductora, por supuesto, es Joaquín Sabina. Sabina tiene ese encanto que bien se puede traducir como un guiño o como un piropo bien puesto. Recuerdo esta canción que se llama “Y si amanece por fin”. Un fragmento: 

 

 

“Y si amanece por fin y el sol incendia el capó de los coches, 

Baja las persianas. 

De ti depende y de mí que entre los dos siga siendo ayer noche, 

Hoy por la mañana. 

Olvídate del reloj, nadie se ha muerto por ir sin dormir 

Una vez al currelo 

¿Por qué comerse un marrón? cuando la vida se luce, 

Poniendo ante ti un caramelo. 

Anda, deja que te desabroche un botón, 

Que se come con piel la manzana prohibida, 

Y tal vez no tengamos más noches 

Y tal vez no seas tú, y tal vez no seas tú, 

La mujer de mi vida”. 

 

En conclusión, queridos lectores (as), el erotismo es parte de nuestras vidas y alimenta el arte de una manera increíble. Está en la poesía. Por ejemplo: “Tu cuerpo está a mi lado”, de Jaime Sabines; en la pintura, como en “El Beso”, de Guztav Klimt; o en la escultura de August Rodin con el mismo nombre.  

En fin, como ya lo vimos, en la música el erotismo está presente y estos fragmentos de canciones son una probadita del universo erótico que podemos encontrar en la maravilla que es la música. 

  

Como siempre, elegí una canción de la cual les dejo el enlace para que la escuchen y la disfruten. 

No se pierdan esta extraordinaria versión de “Voy a apagar la luz” con el mismísimo maestro Armando Manzanero. 

 

Hasta la próxima. 

 

 

Sergio Rizzo 

rizzoser@yahoo.com.mx 

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