El lenguaje en sus formas de manifestación
El aroma del espíritu
Rocío Benavente Larios
El mito de la Torre de Babel es una historia bíblica que se encuentra en el libro de Génesis, en el capítulo 11, versículos del 1 al 9. Este relato es muy conocido y tiene un impacto significativo en la cultura occidental, ya que busca explicar el origen de las diferentes lenguas en el mundo.
Según la narrativa, en un momento de la historia, toda la humanidad hablaba un solo idioma y vivía en una llanura llamada Shinar. Decidieron construir una ciudad y una torre tan alta que llegaría al cielo, como un símbolo de su unidad y poder. Sin embargo, Dios vio esto como un acto de arrogancia y orgullo, por lo que decidió confundir sus lenguas para evitar que se comunicaran entre ellos.
Como resultado, las personas se dispersaron por toda la tierra, ya que no podían entenderse entre sí debido a la barrera del lenguaje. Esto llevó a la creación de diferentes grupos lingüísticos y culturas en todo el mundo.
De ahí han surgido varios tipos de lenguaje, incluyendo los siguientes:
- Lenguaje oral, que es la comunicación hablada entre personas.
- Lenguaje escrito: comunicación a través de texto en papel o en pantalla.
- Lenguaje corporal: comunicación a través de gestos, posturas y expresiones faciales.
- Lenguaje no verbal: incluye lenguaje corporal y otras formas de comunicación no verbal, como el contacto visual.
- Lenguaje de programación: utilizado para escribir programas informáticos.
- Lenguaje técnico: jerga especializada utilizada en campos específicos, como la medicina o la ingeniería.
- Lenguaje artístico: utilizado en la música, la pintura, la danza y otras formas de expresión artística.
- Lenguaje matemático: utilizado para expresar conceptos y relaciones matemáticas.
- Lenguaje de señas: utilizado por personas con discapacidad auditiva para comunicarse mediante gestos y signos.
- Lenguaje animal: formas de comunicación utilizadas por diversas especies animales, como sonidos, gestos y olores.
El lenguaje es la manera ideal para que surta efecto la emoción, es el ingrediente para construir una comunicación acertada, siempre y cuando haya otro elemento para lograr un resultado: la intención con la que se da la oralidad, interpretada de muchas maneras.
Sin embargo, pareciera que de lo que hoy más carece la sociedad es de la manera en que se comunica, ya que las redes sociales suelen ser muy interpretativas, pues el lenguaje de la nueva generación, mediante las diferentes y benditas maneras de comunicarse que hoy vemos, no es al 100 exitoso; más bien es muy interpretativo, de acuerdo a las necesidades y carencias de quien reacciona a ellas, y esto sí ha roto con muchas relaciones, “que no eran tan salidas finalmente”, sino que eran relaciones básicas, pues si reaccionan a emoticones y simbolitos, eso no es comunicación, es otra cosa.
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