El teatro y su función
Luis Vicente Rodríguez Esponda
¿Qué estamos comunicando al hacer tal obra teatral? ¿Qué estamos comunicando al formar un grupo teatral? ¿Sabemos cuáles son las funciones de los integrantes de nuestra compañía? ¿Cómo funciona la promoción o difusión en los diversos medios de comunicación masiva?
En esta pequeña reflexión, me gustaría centrar la atención en el aspecto de cómo las teorías de la comunicación en su modo funcionalista pueden ayudar a los que hacen teatro a comprender mejor sus obras que presentan ante el público, así como a conocer qué relación tiene el teatro con los asistentes. En los siguientes párrafos quisiera dar ciertos elementos y conceptos de la comunicación para que los realizadores teatrales puedan aplicarlos en sus puestas en escena. Las aportaciones, repito, son desde el punto de vista de su funcionamiento.
– “La raíz del efecto teatral no se encuentran en las palabras y en… sino en el poder mediante el cual un hombre, el vivo deseo de un hombre vivo, se transmite sin mediación y sin ningún obstaculizador a una persona igualmente viva. El escenario es presente absoluto”: Georgy Lukács, 1913.
Los diversos modelos de comunicación nos ayudan a comprender de qué manera nos comunicamos; uno de los más conocidos y sencillos es el de: emisor – mensaje – receptor y retroalimentación.
Dichos modelos son aplicados tanto en una comunicación interpersonal como en la comunicación masiva; tal hecho lleva a los investigadores a realizar diversos estudios y teorías de cómo las personas se comunican. Se han escrito diversos libros en materia de los medios masivos de comunicación como la televisión, la prensa escrita, el cine, pero poco se habla del teatro como forma de comunicación, salvo las actuales reflexiones de Jorge Dubatti (con su filosofía del teatro), Mauricio Kartun – El teatro teatra – y de algunos otros pensadores y/o críticos como Zavel Castro, en México, Sebastián Rouliez, en Chile, que han querido dar voz al fenómeno teatral desde las bases sólidas de la teoría.
“El medio es el mensaje”: Marshall McLuhan y Quentin Fiore.
Harold D. Lasswell propone su modelo de comunicación con base en preguntas con respecto al mensaje: ¿quién dice?, ¿qué dice?, ¿en qué canal?, ¿a quién lo dice?, ¿con qué efecto?, preguntas que se asemejan a la construcción de personajes. Por otra parte, la propuesta de Paul Lazarfeld menciona la existencia de repetidores dentro de los modelos de comunicación; dichos repetidores ayudan a que los mensajes emitidos puedan ser aprendidos por el receptor (se aplica también para adquirir conceptos nuevos o ciertas habilidades); conectando este elemento de la repetición con el teatro, nos damos cuenta de que el factor de repetición es indispensable para poner una puesta en escena, pues es necesario el trabajo de mesa con el director para la comprensión de texto; posteriormente los repetidores, llamados “ensayos”, para su perfeccionamiento. Así también podemos poner el ejemplo de la publicidad –de ver o escuchar repetidamente– para su posicionamiento.
Pero ¿qué función tiene el teatro? ¿Qué es lo que comunica? ¿Qué necesidad o necesidades satisface el teatro o alguna obra teatral en particular? Son algunas de las preguntas que nos plantea el funcionalismo en la comunicación aplicada al teatro.
Bernard Berelson en su modelo de comunicación le da importancia al contenido del mensaje (análisis de contenido). Si esta propuesta la aplicaran directores y productores teatrales, centrarán su atención en el qué dice el texto, qué dicen los actores, qué dice todos los elementos relacionados a la puesta en escena… (escenografía, gestos, utilería, música, luces, etc.) –como dirían los marxistas: en su totalidad para entender–. En pocas palabras, preguntarse ¿en función a qué se está comunicando el texto a montar?
“Contenido: El conjunto de significados expresados a través de símbolos que constituyen la comunicación tienen una causa y conlleva un efecto”: Bernard Berelson.
Aquí el uso y conocimientos de los signos es fundamental, ya que los signos pueden tener solamente el significado que la experiencia del individuo permita leer en ellos: Wilbur Schramm.
Por tanto, ¿somos conscientes de las funciones que ocupan los signos dentro de la praxis teatral? ¿Qué signos se ocupan en el teatro? ¿Cómo funciona un signo? En un texto de Umberto Eco, “El signo teatral”, nos encontramos que el teatro es ficción porque es ante todo signo, y sus elementos de la representación teatral se dan en el cuerpo humano, que se sustenta y se mueve.
“Los mensajes son eventos de conductas relacionados con los estados internos de las personas, también son expresiones de ideas puestas en determinada forma”. David K. Berlo.
Para dar una respuesta sobre qué función tiene el teatro en la sociedad, se debe considerar el contexto en el que se vive. Tal es el caso del Teatro del Oprimido de Augusto Boal (1931-2009), donde el teatro se ve en función de que el espectador puede proponer y generar discursos ante el tema propuesto (recordemos que Boal vivió la dictadura en Brasil). También el rompimiento de la cuarta pared en el siglo XIX puso en función los diferentes elementos que interactúan de manera directa o indirecta en las puestas en escena.
Por tanto, los que nos dedicamos al teatro podemos aportar valor significativo en nuestras propuestas teatrales, en función a dar nuevos significantes a nuestro público asistente; este nuevo significante deberá verse reflejado en un futuro no lejano en mayor afluencia en las salas teatrales, ya que nuestros asistentes contarán con nuevas estructuras significativas que los motive a volver al teatro.
“Comunicación es el acto de relación entre dos o más sujetos mediante el cual se evoca en común un significado”.
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