Entre redes y decisiones web

Rocío Benavente Larios

El aroma del espíritu

Es cierto que el acceso a una gran cantidad de información a través de internet, redes sociales y aplicaciones puede ser beneficioso, pero también puede generar desinformación debido a la difusión de falsedades o informaciones sesgadas. Esto puede llevar a la incomunicación y dificultar la identificación de la verdad, lo que destaca la importancia de ser críticos con la información que consumimos y verificar las fuentes para evitar caer en la desinformación.

Para validar la información es crucial seguir estos pasos:

Verificar la fuente: Comprueba la credibilidad y reputación del sitio o persona que proporciona la información. Prefiere fuentes confiables, como medios de comunicación reconocidos, sitios web oficiales, expertos en el campo, etc.
Contrastar la información: Busca otras fuentes que respalden o refuten la misma información. La corroboración independiente es clave para verificar la veracidad de lo que se ha dicho.
Examinar la actualidad: Asegúrate de que la información no esté desactualizada. En temas que cambian con rapidez, la vigencia de la información es esencial.
Evaluación del contexto: Analiza el contexto en el que se presenta la información. A veces, una cita o un hecho se saca de contexto para respaldar un argumento falso.
Revisión de la coherencia: Verifica si la información es coherente con otras fuentes y conocimientos que tengas sobre el tema. Si algo parece demasiado sorprendente o extraño, podría ser falso.
Utiliza herramientas de verificación: Hay herramientas y sitios web especializados en verificar la autenticidad de noticias y contenidos, como Snopes, FactCheck.org o PolitiFact.
Desarrolla el pensamiento crítico: Sé consciente de tus propios sesgos y mantén una mente abierta. No te creas todo lo que lees sin cuestionarlo.
 Aplicar el criterio y la experiencia de vida hacia donde llevas las elecciones que tomas en tu día a día, sin dejarte contaminar por las redes sociales.