Gastronomía

Los bodegones son pinturas realizadas básicamente con motivos culinarios y con un carácter intimista y hogareño para ornamentar la mesa de una casa. Escenas con una o dos botellas de vino y copas ad hoc, complementadas con platillos o con frutas, son las más frecuentes. Pero puede haber una gran variedad de temas. Nunca, sin embargo, pierden su esencia intimista y desde luego su función de contribuir a que los habitantes de la casa o sus invitados se predispongan a disfrutar las viandas. 

Contrariamente, los murales de que hacen gala algunos restaurantes tienen un carácter público, o cuando menos colectivo. También, al igual que en una casa a sus habitantes, en un restaurante un mural añade una ambientación propicia para que los comensales se sientan transportados al mundo del sabor, acompañado este con las sensaciones que las imágenes plasmadas despiertan en su vista. 

Los motivos temáticos en los murales de restaurantes suelen ser alusiones a la cocina de un determinado país, dando pistas sobre su historia y su cultura, así como información de los alimentos o productos que suelen ser destinados a la comida y que se cultivan o se producen en dicho país. 

Pero también suelen ser alusivos a la propia naturaleza del negocio.  

Un restaurante vegetariano, por ejemplo, presentará sin duda murales incluso idílicos mostrando la riqueza de la naturaleza, como si en el fondo fueran una invitación a cuidarla. 

Pero, en cambio, un restaurante de carnes presentará en sus muros escenas de animales que muestran su regia estampa, como destacando la calidad de la carne que ahí se sirve. 

U otros donde el fin es pasar un rato amable acompañados de música y de arte. 

Hay dos restaurantes recomendables en este sentido.  

Uno es El mural de los poblanos, donde se puede admirar precisamente un mural del pintor poblano Antonio Álvarez, lleno de colorido y que muestra distintos tipos de personas sentados a las mesas, en algunas de ellas destacando refrescos de evidente sabor a grosella, sin faltar al fondo los cancioneros que suelen amenizar la comida. 

El otro es nuestra sede de Sibarita La revista, donde se pueden disfrutar exquisitos platillos, sin faltar un buen café o un buen vino o licor, oyendo música y teniendo como testigo de gustos sibaritas nada menos que a un sibarita de la palabra y sin duda del buen café: el poeta Octavio Paz, en un mural que sirve de inspiración a los músicos que ahí se presentan, y de motivación a los asistentes. 

En fin, no cabe duda de que el muralismo como corriente pictórica no ha desaparecido, pues sigue en los muros de edificios públicos, de calles o de restaurantes.      

Compartir

About Author

Related Post

Leave us a reply