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Historia y tecnología: Museo Amparo

TERRAZA DEL MUSEO AMPARO, COLECCIÓN: MUSEO AMPARO, AÑO 2021 

 

Uno de los emblemas de la modernidad perfectamente mezclados con la museografía clásica es el Museo Amparo. Enclavado en el centro histórico de la ciudad de Puebla, este recinto que encapsula la historia milenaria de México con los recursos digitales del Siglo XXI, constituye un referente tanto turístico como académico de nuestra entidad. 

Nadie puede visitar Puebla e irse sin recorrer las salas del Museo Amparo, y es que los patios y corredores de este monumento a la cultura mexicana han atestiguado desde hace décadas la llegada de piezas que se han inscrito en la memoria académica de nuestro país.  

Vasijas prehispánicas, monolitos, ídolos, representaciones antropomorfas, códices y pedacerías de barro y arcillas forman parte del arsenal historiográfico que sus vitrinas exhiben cual libro abierto.  

El Amparo, como le decimos de cariño los poblanos, también sumerge entre sus muros una vasta colección de obras virreinales, clérigas y civiles, esculturas modernistas y posmodernistas, así como exposiciones temporales que atestiguan el desfile de los cultos y los estudiantes que se dan cita con la historia y la actualidad en la 2 sur 708 del Centro de la ciudad. 

Cada escuela primaria hasta universidad de nuestra capital poblana, ha incluido entre sus clases extramuros varias visitas al Museo Amparo; los programas escolares siempre tocan, de una u otra manera, temáticas expuestas en él, y siempre la vivencia y la cercanía serán fundamentales para una educación sólida que fomente la curiosidad. 

El Amparo también cobija una hermosa librería. No es fácil entrar en ella porque inmediatamente desearemos todo lo que ahí se encuentra; es normal ver en sus colecciones bibliográficas ejemplares poco comunes o de difícil acceso, como el álbum fotográfico de las capturas que Juan Rulfo hizo al México rural de su tiempo, o las artesanías exclusivas que adornan el sitio y tientan al visitante a adquirirlo todo. 

El auditorio del Museo Amparo también tiene tras de sí una amplia historia en la exposición de artes escénicas y la divulgación de la cultura en el estado. Recuerdo con beneplácito una conferencia magistral que Carlos Monsiváis dictó en su escenario sobre Frida Kahlo o las obras de teatro italiano que retumbaban en sus paredes por la impostación de la voz. 

Y, más recientemente, la remodelación de su terraza, que hoy por hoy forma parte de una breve lista de los mejores lugares de Puebla para disfrutar un café o del arte culinario a la sombra de sus vegetaciones, en cuyo horizonte se plasma cual óleo en lienzo la catedral de Puebla sobre el azul celeste y donde relucen las bóvedas y cruces alzadas por todos los cielos mientras un tapiz de madera y espejos recubre el suelo para seguir viendo el firmamento aun al bajar la vista. 

De manera que, si vives aquí, en la ciudad de Puebla, ve al centro, recorre sus arterias de adoquín, y levanta la vista, aprecia las plomadas en la herrería de los balcones, el barroco de las fachadas, la perfección geométrica de sus calles y, al llegar a la 2 Sur, ingresa al Amparo, viaja en el tiempo a través de sus vitrinas, toca el cielo en su terraza e inúndate en su librería, no salgas de ahí, porque después de entrar, verás que no hay nada, absolutamente nada a qué salir. 

 

  

Eduardo Pineda 

ep293868@gmail.com 

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