Importancia del aprendizaje musical

MÚSICA 

Sergio Rizzo 

Desde pequeños, la música se va haciendo parte de nuestra vida y nos va acompañando a lo largo de nuestra existencia. 

Con las primeras canciones infantiles vamos conociendo emociones y fabricando recuerdos. 

En la escuela siempre hay música; desde el himno nacional hasta los festivales que los profesores tienen a bien inventar para los diversos festejos, como, por ejemplo, ¡el día de las madres! Ese día tan significativo en nuestra cultura y en el que jamás, de unos años para acá, faltará el tema de Denisse de Kalafe “Señora, Señora”. 

No podemos olvidar que, en muchas escuelas, la formación musical se da en las fabulosas bandas de música. En ellas, como ustedes saben, los jóvenes desarrollan habilidades para tocar un instrumento y los conocimientos básicos de la música. También adquieren la disciplina que este arte requiere, pues ensayan todo el año para los desfiles que se presentarán durante el ciclo escolar.  

Cabe decir que, en muchos casos, la calidad musical de estas bandas es fantástica. 

El asunto, queridos lectores (as), es que al tener contacto en la escuela con el maravilloso arte de la música, se van creando la cultura, el conocimiento de muchos géneros musicales y, lo más importante, la vocación para ser músico en muchísimos casos. 

El estudio de este arte es por demás complejo. Es aprender otro lenguaje y desarrollarlo a través de tiempos, armonía, métrica y signos, para poder llevarlo al instrumento. Además de eso, adquirir la habilidad para que las notas musicales se escuchen tal y como están escritas en el papel. 

Cuando uno se asoma a cualquier partitura, es posible ver la complejidad del antes mencionado lenguaje. 

Por supuesto que hay casos excepcionales como nuestro querido José Alfredo Jiménez, que, sin mayor instrucción musical, logró no sólo hacer canciones de “silbidito”, como él mismo decía, sino que su constancia lo llevó a ser uno de los símbolos más importantes de la música de nuestro país. 

Educar con música. Ése es el secreto. Hace poco tiempo leí una frase, y habrá que darle crédito al autor: “Dale un instrumento a un niño y jamás empuñará un arma”. 

En conclusión, es innegable que la música, como parte tanto de la enseñanza escolar como familiar, ayuda a crear nuestra cultura, nuestra ideología e idiosincrasia. Es el arte que traspasa fronteras, permitiendo que otros, sin importar el idioma, tengamos al alcance la comunicación y podamos vibrar en la misma frecuencia. 

No sé ustedes, pero en lo personal el réquiem de Mozart me emociona profundamente, además de que fue la última obra de este autor y quedó inconclusa. La parte final, “Lacrimosa”, es espectacular y con ese tema los dejo.