Justicia para “Doña Bárbara”
LIBROS
Miguel Campos Ramos
Esta celebérrima novela del escritor venezolano Rómulo Gallegos fue publicada en 1929, y de ella se han hecho múltiples versiones cinematográficas y televisivas; entre las primeras, destaca la que protagonizó María Félix en el papel precisamente del personaje, y que obviamente se llamó “Doña Bárbara” (1943). Por cierto, esta actuación, dado el férreo carácter que le imprimió a su personaje, le valió a María Félix el mote de “la Doña”.
Ahora bien, he titulado esta colaboración como “Justicia para Doña Bárbara”, en dos sentidos.
El primero: ni la versión cinematográfica estelarizada por María Félix, ni mucho menos las televisivas (hay por ahí una telenovela que se llama “La doña”), le hacen justicia a la que sin duda es la novela más importante de Rómulo Gallegos, y quizá de Venezuela en la primera mitad del siglo 20.
En efecto, la grandiosidad de las palabras del autor describiendo el paisaje y a sus personajes, la propia trama, que plantea la lucha entre la civilización y la barbarie, a grado tal que se ha planteado que Gallegos, hombre de mundo, diplomático, y quien incluso llegó a ser presidente de la república, abogó en dicha obra por defender la civilización oponiéndola al caos y desbordamiento que implica la barbarie, representada en el paisaje desmesurado y en el propio nombre de la protagonista, bárbara, Doña Bárbara.
Por todo lo anterior se recomienda leer esta obra, la cual, junto con “Don Segundo Sombra”, del argentino Ricardo Güiraldes, y “La vorágine”, del colombiano José Eustaquio Rivera, representan una época crucial en la historia de la literatura latinoamericana y de la propia historia política de Sudamérica, tan proclive a las resoluciones y las dictaduras.
El otro sentido de justicia es para doña Bárbara, la protagonista. Esto por la sencilla razón de que es una víctima de la injusticia de los hombres, que simplemente no la respetaron como mujer, y ni siquiera como ser humano. La construcción de su personalidad es resultado de haber sido violada tumulturariamente, en plena adolescencia, cuando era llamada “Barbarita”, por piratas desalmados que fueron capaces incluso de arrebatarle el amor del joven al que llegó a amar. Tras la violación es salvada por un anciano de nombre Eustaquio, y a partir de ahí empieza a forjar un carácter agrio, déspota y misándrico, y acaba convirtiéndose en una cacica despiadada, ambiciosa, vengativa…
La lectura de esta novela ayuda a entender mejor la errática evolución social y política de nuestros países.
Hay que hacerle justicia a “Doña Bárbara”, leyéndola.
@miguelcamposr15
Canal: https://youtube/miguelcamposramos6715
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