MÚSICA 

Sergio Rizzzo 

 

 

¿La música y el cómic serán artes afines? A simple vista podría parecer que no. Sin embargo —¡oh, sorpresa! —, resulta que sí. 

Más allá de que la pantalla grande haya recurrido a los cómics para realizar películas magníficas, ya sean de superhéroes o de literatura infantil —como los cuentos del Dr. Seuss, por ejemplo—, y de que estas producciones incluyan sus respectivos soundtracks, existen escritores, dibujantes y diseñadores que se han dado a la tarea de retratar en viñetas la vida y obra de grandes figuras de la música. 

Aquí van algunos ejemplos: 

En 2018, el ilustrador español Alfonso Casas publicó una biografía de Freddie Mercury que, a modo de historieta, narra la vida y trayectoria del emblemático músico y cantante de la banda inglesa Queen. 

Otro ejemplo por demás interesante es la obra creada por Jeff Young y Martin I, Green, con ilustraciones de Bill Sienkiewicz: Voodoo Child: La leyenda de Jimi Hendrix. 

En esta novela gráfica podemos conocer la vida y obra del gran guitarrista estadounidense.  

En palabras del autor: “Todos los que trabajamos en Voodoo Child intentamos que quien lo leyera pudiera escuchar la música de Jimi mientras tenía delante el cómic”. 

Algo similar ocurre con el cómic de María Hesse y Fran Ruiz, dedicado a narrar la vida de David Bowie. 

En el ámbito del jazz destaca la historieta gráfica del —para muchos— creador del jazz manouche: Django Reinhardt (1910-1953). 

Esta obra, escrita por el guionista y escritor madrileño Salva Rubio, junto con el ilustrador catalán Ricard Efa, titulada “Django. Mano de fuego”, cuenta cómo un muchacho de apenas 17 años perdió la movilidad de dos dedos de la mano izquierda a causa de un accidente y, aun así, llegó a convertirse en uno de los guitarristas más importantes del siglo XX. 

También recuerdo un cómic que me acompañó en la niñez. Aunque no se trataba de una banda real con el nombre como todos la conocimos, Los Archies, estaban respaldados por músicos de estudio. 

Los Archies fueron creados por John L. Goldwater y Bob Montana en 1941, y el cómic alcanzó gran popularidad en los años sesenta. Su fama creció aún más cuando se produjo un programa de dibujos animados para televisión, cuyo tema característico era “Sugar, Sugar”. 

Los personajes, que en México se conocieron como Archie, Betty, Laura, Carlos y Torombolo, eran cinco adolescentes que tenían una banda de garaje, con gusto por el rock & roll y, sobre todo, por el pop. 

Ejemplos sobran: existen cómics inspirados en la vida de The Beatles, editados por Marvel; relatos de la banda de rock Kiss escritos por Amy Chu; y un catálogo cada vez más amplio de obras donde la música se encuentra con la historieta. 

La conclusión es que, aunque no lo parezca, la música y sus autores están —y seguirán estando— en todas partes, incluyendo la cultura del cómic. 

Les dejo el acostumbrado enlace musical, con Jimi Hendrix y su canción “Purple Haze” en dibujos animados: 


 

Hasta la próxima.