La poesía y la música: la mejor radiografía de los tiempos de la humanidad

SOCIOLOGÍA DE LA SUPERVIVENCIA 

Silvino Vergara Nava

 

 

 

«Bajo la lluvia ajena»  

 

“No debiera arrancarse a la gente 

 de su tierra o país, no a la fuerza.” 

La gente queda dolorida,  

la tierra queda dolorida. 

Nacemos y nos cortan el cordón umbilical.  

Nos destierran y nadie nos corta la memoria,  

la lengua, las calores.  

Tenemos que aprender a vivir  

como el clavel del aire, propiamente del aire.” 

 

Juan Gelman 

(Buenos Aires 1930- México 2014) 

 

 

 

Sin lugar a dudas, la música y la poesía son la mejor radiografía que puede describir los momentos que se viven por la humanidad, basta recordar la sentencia lapidaria de Theodoro Adorno, el filósofo, escritor, profesor, musicólogo alemán que sostuvo: “No se puede escribir poesía después de Auschwitz”, que se debe a lo que sucedió en ese campo de concentración de los nazis, donde el exterminio de seres humanos era una especie de fábrica, una fábrica de la muerte. Hay que recordar que se aniquilaba a las personas con un gas (zyklon b) y que bastaban 15 minutos para que murieran cientos de personas. 

Normalmente, la poesía y la música representan lo que se vive en un determinado tiempo por la sociedad, particularmente ante la censura de los medios de comunicación, la persecución de periodistas, de escritores; es la única forma de manera indirecta, de que se puede externar lo que sucede en un tiempo determinado en alguna nación; por ello es que resultan tan importantes la música y la poesía, que no son más que el reflejo vivo de una sociedad en un determinado tiempo. 

La historia nos puede enseñar en cientos o miles de pasajes que comprueban esa situación, basta con recordar al poeta Juan Gelman, argentino, cuya poesía habla, entre otras cosas, de lo que sucedía en la Argentina de los tiempos de la represión militar de no hace mucho tiempo, es decir, en la década de los setenta y principios de los ochenta del siglo XX; él tuvo que salir de su país, se avecindó en México y siguió todo un proceso judicial para encontrar a su hijo y a su nuera desaparecidos por el ejército uruguayo, en esa persecución que hubo en esos años en Sudamérica contra los marxistas, leninistas, comunistas, socialistas, etc.; se denominó a ese acuerdo “no escrito” entre los países del cono sur, como el “Plan Cóndor”, al extremo de llegar a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, con sede en San José Costa Rica. En el caso denominado “Gelman vs Uruguay”, dicha Corte logró que se obligara al gobierno uruguayo a que se investigara sobre el paradero de su hijo y de su nuera desaparecidos, aquel en los denominados “vuelos de la muerte”, de los cuales se han creado hasta películas al respecto de esa atrocidad. Dentro de esas investigaciones se logró encontrar a la nieta del poeta, adoptada por una familia uruguaya. 

Dicho sea de paso, el caso Gelman, en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, dio lugar a una jurisprudencia trascendental para todos los países que están sujetos a la jurisdicción de la Corte, como México, en donde se establece la obligación de que cualquier servidor público, sea quien sea, debe respetar y aplicar la Convención Americana de los Derechos Humanos, a pesar de que la ley del Estado sea contraria a ella. 

Lo cierto es que la poesía y la música son una radiografía de las realidades de los países, de lo que se está viviendo, de lo que se percibe en la calle, como ha sucedido desde hace ya algunos años lastimosamente, con la música en México, que no es otra cosa que la verdadera realidad mexicana, basta recordar la letra de los corridos mexicanos, de los grupos del norte del país, como los Tigres del norte, que sus canciones describen al narcotráfico, la alta violencia que se vive constantemente, por ello es que incluso hay canciones prohibidas por su contenido bélico. 

Así, encontramos otros grupos como el denominado “Molotov”, cuyas canciones describen, por ejemplo, el odio que se tiene al gobierno norteamericano, más que con su pueblo por parte de la población y la cultura mexicana.  

En la actualidad está de moda eso que llaman “el reggaetón”, que demuestra penosamente a la sociedad actual, llena de sexualidad, de un pobre lenguaje, de falta de imaginación en la letra de sus canciones, que no es otra cosa que el reflejo del nivel cultural tristemente de nuestra sociedad. Por su parte, la poesía, ¿de la poesía?, ¿quién hace hoy poesía?; sin imaginación, sin cultura, la poesía no vende, la poesía no se compra, por ello es que no se puede haber poesía.

 

 

(Web: parmenasradio.org) 

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