La tecnología en la producción del vino

La tecnología está presente en todos y cada uno de los sectores comerciales e industriales, y el vinícola no es la excepción.  

Con una antigüedad de más de 8000 años de existencia, el proceso ha evolucionado muy lentamente.  

Sólo en los años más recientes, quizá los últimos 20 ó 30, se han presentado avances nunca antes vistos. 

Otro factor muy importante ha sido la mecanización de las operaciones en las bodegas, lo que ha llevado al uso de prensas neumáticas, mecánicas e hidráulicas. El proceso de envasado también se ha modernizado y ha logrado aumentar la capacidad de producción de las diferentes marcas. A lo largo de la historia se han adoptado distintas técnicas de elaboración, expedición de vinos embotellados, añejamiento del vino en diferentes barricas, no dejando de lado tener vías de comunicación accesibles que permitan fácilmente su distribución. En la actualidad, los avances tecnológicos optimizan la elaboración del vino, desde los viñedos hasta su entrega final al consumidor. 

Las nuevas propuestas de los enólogos también han cambiado. Hoy se utiliza acero inoxidable en el proceso de producción, e incluso en los de fermentación, así como el de tinas de concreto para su evolución y fermentación, lo cual hace mucha diferencia en  las mismas. Estos nuevos diseños del vino no toman las notas que obtiene al ser envejecido en barricas de madera. 

El proceso productivo del vino permanentemente se adapta mediante nuevas tecnologías que prevén el ataque de plagas, que históricamente han sido tan enemigas del vino, como la llamada Filoxera, que acabó en su momento con todas las vides europeas. 

El uso de drones cada vez es más común en las bodegas, los cuales permiten vigilar permanentemente los viñedos y saber si éstos están siendo atacados, así como dar mantenimiento a partir del rocío de pesticidas y sustancias para la prevención de plagas. 

La tecnología del vino no se centra únicamente en el cultivo de las uvas; también focaliza su atención en los procesos de fermentación y envejecimiento, por lo que hoy se utilizan medios de fermentación inteligente que dan información exacta al bodeguero y enólogo, ayudándoles para el diseño del vino deseado. 

La creación de envases que permitan aumentar la vida útil del vino, conservar en condiciones óptimas su temperatura o aplicar distintos tratamientos, es una de las metas más relevantes de la tecnología del vino, aunque elementos como el cristal, corcho y maduración en madera, siendo todos ellos tan tradicionales e inherentes al vino mismo, hacen difícil prescindir de ellos sin afectar su comercialización. 

Por lo anterior, el vino avanza, pero a pasos lentos y respetando tradiciones y reglas de producción. 

 

 

Daniel Parra  

@candinga 

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