Las artes ligadas: música y escultura

MÚSICA

Sergio Rizzo

Pareciera que, de suyo, la música no tiene nada que ver con la escultura. Pero no; resulta que la escultura por sí misma conserva el ritmo de su creador y la armonía en cada una de sus líneas.

Así como la armonía y las líneas en la música.

Basta con mirar cualquier obra de Miguel Ángel (1475-1564), de August Rodin (1840-1917), o una de mis favoritas, “El rapto de Proserpina”,de Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), para darnos cuenta de lo anterior.

En la música, se ha hecho referencia a la escultura en diversas canciones: ¿Quién no se acuerda de las estatuas de marfil en las rondas infantiles? Que, directa o indirectamente, nos llevó al primer contacto con la escultura en los años más tiernos de nuestra existencia.

O en la música popular, ¿se acuerdan de…”Tu cuerpo es una copia de Venus de Citeres que envidian las mujeres, cuando te ven pasar…” ¡La inolvidable Sonora Santanera!

Todos la conocemos y es maravillosa la mención que hacen en esta canción de la diosa Venus, tan venerada en la antigüedad.

Otra canción que se me ocurre nombrar es la canción de Joaquín Sabina “A la sombra de un León”, en la que hace referencia a la estatua de la Cibeles, tan conocida y casi, casi, símbolo de la ciudad de Madrid.

Hay quienes prefieren escribirle música al escultor, como es el caso de José Luis Perales y su hermosa canción “El escultor y ella”, canción muy recomendable.

También es posible que el escultor o escultora pretendan hacer música con sus obras, como, por ejemplo: “The Singing Ringing Tree”, que se instaló en 2006 en una colina cercana a la ciudad de Burnley, Inglaterra. Esta escultura fue elaborada con cientos de tubos de acero galvanizado que, al recibir el viento, provocan un sonido armónico. Esto se debe a que los tubos son de diferente diámetro.

También en Inglaterra se puede encontrar el “Pabellón del Viento Eolo” y “El Órgano de las Mareas”, que, aunque están elaborados de distintos materiales, el principio es el mismo: esculturas musicales de viento.

Sea como sea, queridos (as) lectores (as), las bellas artes por el lado que se mire, siempre estarán ligadas unas con otras enriqueciendo la cultura y el espíritu humano.

Para terminar, en esta ocasión les dejo dos enlaces: “El escultor y ella”, con José Luis Perales y “A la Sombra De Un León” con Joaquín Sabina y Ana Belén.