Luchar por la paz
La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa.
Erasmo de Rotterdam
Reflexiono sobre los hechos que están ocurriendo en diversas partes del mundo y concluyo que algo en el ser humano está alterando su comportamiento, ya que no es posible pensar que, si contamos con todo el avance de la ciencia y la tecnología, con los medios más avanzados de comunicación y, además, con las instancias y organizaciones diplomáticas internacionales, creadas para la solución de problemas entre países, tengamos que recurrir a la guerra para tratar de dirimir nuestras diferencias. Sin reflexionar en las consecuencias fatales que se ocasionaría a nuestros semejantes, sobre todo a los más desprotegidos (niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y sociedad en general).
Lo anterior viene al caso, ya que el 24 de febrero de este año dio inició la invasión a Ucrania por parte de Rusia, tras el decreto del presidente ruso Vladímir Putin que ordenaba una intervención militar en Ucrania por considerarla una amenaza para su país.
Ucrania declaró el estado de guerra y Rusia efectuó ataques de artillería por todo el país, siendo el objetivo principal las instalaciones clave de las Fuerzas Armadas de Ucrania y los aeropuertos civiles. A la fecha esta conflagración armada ya ha provocado la muerte de miles de ucranianos y rusos, entre la población civil y los militares.
En consecuencia, para evitar la conflagración entre hermanos, es necesario “Luchar por la Paz”. Parecería ser una dicotomía, pero el Luchar por la Paz es el deber más sagrado de todos los seres humanos ya que en un planeta donde hay cada vez más y más potentes armas nucleares, la guerra es una aventura que nos puede conducir a la destrucción total. Recordemos la frase de Albert Einstein “Dios no juega a los dados”.
Desde la más remota antigüedad el hombre ha tratado de Luchar por la Paz. Recordemos el acuerdo de extradición y tratado de paz más antiguo del mundo que fue hecho entre Ramsés II de Egipto y sus vecinos hititas en el año 1259 a. C. El acuerdo comprometía a ambas partes a repatriar a los criminales y refugiados políticos.
Fue tan importante este hecho, que la versión egipcia del tratado se conserva en el templo de Karnak. Su contraparte fue descubierta en Hattusas -antigua capital del Imperio Hitita, donde estaba el palacio real-, Turquía, en 1916. Una copia de esa versión ahora está colgada en las paredes de la sede de la ONU en Nueva York.
La palabra paz proviene del latín pax y significa un periodo de estabilidad, es decir, sin guerra, entre naciones. Antiguamente estos periodos de tranquilidad eran resultado de un pacto y un pago (tributo). Por eso no ha de extrañarnos que ambas palabras (pago y pacto) también provienen de pax.
Es también conocido el esfuerzo realizado por Immanuel Kant en su obra política “Sobre la paz perpetua”, que tenía el objetivo de encontrar una estructura mundial y una perspectiva de gobierno para que favorezca la paz.
Kant propuso un programa de paz para ser aplicado por los gobiernos de la época. Lo dividió en dos secciones: En la primera sección, en 6 “Artículos Preliminares”, describe los pasos que se deberían tomar de inmediato. La función de los “Artículos preliminares” es ofrecer las condiciones necesarias para evitar la guerra entre los pueblos. La sección segunda consta de los “Tres Artículos definitivos”: donde se indican las condiciones de posibilidad de la paz entre los pueblos.
En la actualidad la ONU estableció el 5 de abril, a partir del año 2020, para celebrar el Día Internacional de la Conciencia, con el objetivo de promover una “Cultura de Paz con Amor y Conciencia”, invitando a que en todos los territorios se creen “condiciones de estabilidad y bienestar y relaciones pacíficas y amistosas basadas en el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión”.
¿A qué tipo de conciencia se refiere este Día Internacional? La etimología de la palabra conciencia proviene del vocablo latino conscientia -con conocimiento-. Eso significa que la palabra conciencia se refiere a aquello que el sujeto o ser humano conoce. Pero Naciones Unidas amplía el significado de esa palabra a un sentido más social. Se trata de proteger a las generaciones futuras de las guerras, y de que el ser humano actúe con valores de justicia, democracia, solidaridad y derechos humanos.
Es por eso, amable lector, que el conseguir que la Lucha por la Paz sea inseparable de la propia cultura y que se arraigue en el corazón y la mente de las personas, debe ser la razón de existir de toda la humanidad.
No debemos permitir que ese horrendo acto llamado guerra se repita en algún otro país; ¿no nos bastó con los más de 6 millones de muertos que llevamos a esta fecha con la pandemia?
¿Se requerían más sacrificios humanos con la guerra? De ninguna manera podemos pensar de esa forma, por lo cual “Luchar por la Paz” y lograr esa “Cultura de Paz” deben ser, repito, los deberes más sagrados de todos los seres humanos.
Concluyo esta entrega con un texto para reflexionar sobre la Paz, del poeta español Rafael Alberti Merello: ¡Paz, paz, paz! Paz luminosa./Una vida de armonía/sobre una tierra dichosa./Paz sin fin, paz verdadera./Paz que al alba se levante/y a la noche no se muera.
Shalom, amable lector.
Jorge A. Rodríguez y Morgado
Twitter @jarymorgado
jarymorgado@yahoo.com.mx
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