Para celebrar y recordar

La música y el cine, un pilar para la humanidad.

Recién nos enteramos de dos noticias para la música: una triste y una para celebrar. 

La primera es que desafortunadamente el pasado 9 de febrero la vida del artista Burt Bacharach llegó a su fin. Se ha considerado una leyenda en la música estadounidense por haber escrito temas inmortales como: I´ll never fall in love again, interpretada magistralmente por Dionne Warwick;  The look of love, que cuenta con innumerables versiones; Raindrops keep falling on my head, que interpretó BJ Thomas y que estuvo incluida en aquella película inolvidable “Butch Cassidy & Sundance Kid”, o “I say a little pray for you”, que también fue utilizada en el cine en el filme “La boda de mi mejor amigo”. Los que nacimos y crecimos en los años sesenta’s y setenta’s lo recordaremos por siempre. 

La noticia para celebrar es que el pasado 8 de febrero fue el cumpleaños número 91 de John Williams, artista también estadounidense y uno de los más prolíficos creadores para el cine, creando temas desde mediados de los años sesenta hasta la actualidad. Hablar de John Williams es entrar en un mundo de fantasía y aventura: “Tiburón”, en 1975, “Superman”, de 1980,” E.T., El extraterrestre”, “Harry Potter”, “Jurassic Park”, y por supuesto toda la saga de “Indiana Jones” y “Star Wars”, entre muchísimas obras más. Ojalá nos dure John Williams para muchos años y siga brindándonos esa música espectacular. 

Lo cierto, queridos amigos, es que tanto uno como el otro, marcaron nuestra vida no sólo como individuos sino como sociedad misma. Individualmente, vamos creando recuerdos y los vamos transmitiendo a nuestros menores dejando una herencia tanto en la música como en el cine. Imagínense ustedes “Casablanca”, por ejemplo, sin la música de Max Steiner y sin la canción más famosa: “As time goes by”, escrita por Herman Hupfeld e interpretada por Dooley Wilson. O sin aquella frase: “…Siempre tendremos París…” Es un filme que, aunque fue propagandista, en la Segunda Guerra Mundial (1942), también está lleno de romance, aventura y por eso es que perdura hasta hoy.  

Lo que quiero decir, a fin de cuentas, es que como sociedad vemos estas obras, y todos, en alguna medida, vibramos y sentimos con los protagonistas de las cintas o con la música misma. Claro está que si unimos estos dos artes, terminamos influenciados como personas y como sociedad para bien o para mal. Cuestión de gustos.  

Terminaré dejando un par de links, como de costumbre, para que escuchen las obras de estos dos genios y platiquen con los amigos sobre ellos y sus obras. 

Hasta la próxima. 

 

 

Sergio Rizzo

rizzoser@yahoo.com.mx 

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