Qué mejor que café con música

El café… ese brebaje casi mágico que lo pone a uno a disfrutar la vida con los sentidos más alertas. 

Quizá por eso la música se torna aún más mágica cuando la escuchamos acompañada de un buen café. 

Esta bebida estimulante ha ayudado a que los creadores de este arte desarrollen sus ideas más claramente. 

Se dice que Beethoven contaba a mano 60 granos de café antes de ponerse a componer; y que Johan Sebastián Bach era un amante tal del café, que hasta le escribió una cantata. La puede encontrar como “Cantata del Café” BWV211. 

El café es tan importante en la vida del artista, que se han escrito muchísimas canciones, y ejemplos abundan: 

  

“Cuando la tarde languidece renacen las sombras,  

en la quietud de los cafetales se vuelve a sentir, 

esa triste canción de amor de la vieja molienda,  

que en el letargo de la noche parece decir: 

Una pena de amor, una tristeza  

lleva el zambo Manuel en su amargura,  

Pasa la noche incansable moliendo café…”  

Canción de Hugo Blanco que refleja precisamente ese sentir negro de la esclavitud. 

 

Carlos Arellano escribió: “Te veo tomando café, como desde hace tantos años, y se me hace agua la boca y te me sigues antojando…” Canción inspirada por supuesto en la mujer de su vida y su amor por el café. 

Juan Luis Guerra con aquel tema “Ojalá que llueva café en el campo”, de la que Café Tacuba hizo una versión extraordinaria. Ya de entrada, el nombre de la banda “Café Tacuba”, más chilanga imposible. 

Y estos son algunos ejemplos de la música de Latinoamérica, pero existen muchos temas más: Coffee Time, que cantaba Natalie Cole; The Coffee Song, interpretada por Frank Sinatra; One More Cup Of Coffee, del mismísmo Bob Dylan; o One Cup Of Coffee, de Bob Marley. 

Lo que quiero decir, queridos amigos, es que el café, como parte de nuestras costumbres, también es parte impulsora del arte, del pensamiento y del deleite. 

Por cierto, mientras escribo este pequeño artículo, estoy disfrutando de un expresso doble para ver si se me mueven las neuronas. 

 

Los voy a dejar con un link para que disfruten de “The Coffee Song”, con Frank Sinatra.


¡Hasta la próxima! 

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