Querido Pablo

Querido Pablo; así es como muchas personas recordaremos con cariño al gran Pablo Milanés.

Ha partido este formidable compositor cubano, que cambió significativamente la música continental.

En lo personal, las canciones de Pablo me abrieron una visión distinta no sólo de la música, sino de la vida misma.

Conocí la música de Pablo en plena adolescencia, y fue una sensación de descubrimiento que hasta el día de hoy echo de menos.

Esa sensación de descubrir aquel disco LP que grabó con Silvio Rodríguez y que se llamó “Cuba Nueva Trova”, en las que entre otros temas está esa canción que dice…”Pobre del cantor de nuestros días, que no arriesgue su cuerda por no arriesgar su vida…”, o aquel disco en el que canta poemas de Nicolás Guillén y que entre las canciones más populares contiene “Canción”, que es el nombre del poema, o “De qué callada manera”, poema que también es el nombre de la canción.

Se va conociendo y se entera uno de que Pablo Milanés, junto con Vicente Feliú, Noel Nicola y Silvio Rodríguez, fundaron el grupo de experimentación sonora que daría lugar posteriormente a la nueva trova cubana.

Con este grupo en 1971 grabó su primer disco colectivo con Silvio Rodríguez y Noel Nicola con el título de “Cuba va”.

Fue un compositor –está por demás decirlo- sumamente prolífico; grabó más de 40 álbumes como solista y un sinnúmero de discos colectivos y de colaboración.

Por allá del 97 o 98 Pablo venía a Puebla, y tuve la oportunidad de conversar con él unos minutos vía telefónica junto con Fernando Canales. Esta breve entrevista salió al aire en el programa que un servidor, junto a Marilupe Abascal, producíamos: “Vienen cantando”. Experiencia muy grata por supuesto. Conversé con un hombre atento, educado y gentil.

Historias que se fueron tejiendo con la música de Milanés. Recordarán a Caíto. Él contaba que en un encuentro con Pablo le pidió grabar un tema que recién Milanés había escrito.

Cuando Caíto se refirió a la canción, Pablo no ubicaba cuál era, y al tararearla un poco, Pablo la identificó y se refirió al tema como “La compartida”, que en realidad es “El breve espacio”.

Esto hizo que Caíto fuera el primer artista en grabar dicha canción.

La obra de Pablo nos emociona tanto, en sus canciones de compromiso social y en sus canciones amorosas, que cualquiera de nosotros se identifica. Por ejemplo: ¿Quién de repente no añora los amigos de toda la vida? Escuchen “Cuánto gané, Cuánto perdí”. O para cuando pasa la vida y las relaciones de amor se van tornando en algo diferente a aquel primer romance, está la canción “Años”, de la que existe una fabulosa versión de Pablo Milanés al lado de Mercedes Sosa.

Hace un par de años una canción de Pablo sirvió para que unos queridos amigos sellaran su compromiso de vida mutua. Él entregando el anillo de propuesta matrimonial y ella recibiéndolo con toda el alma. La canción que sirvió para este acto maravilloso fue “Comienzo y final de una verde mañana”, disco –dicho sea de paso- de los más sobresalientes en la obra de Pablo.

En fin, es una pena que se nos haya ido nuestro Pablo querido. Pero su obra permanecerá con nosotros, y recordaremos por siempre canciones como: “Yolanda”, escrita para su primera esposa, que es mexicana por cierto; “Vierte, corazón, tu pena”, que está en el disco con los versos de José Martí (de 1973); “Para vivir” una historia de ruptura; los grandes duetos que formó en los discos “Querido Pablo” y “Pablo Querido”; aquella canción “La vida no vale nada”, en cuya letra dice: La vida no vale nada cuando otros se están matando y yo sigo aquí cantando cual si no pasara nada”…

Ahora el querido Pablo Milanés se unirá al universo y seguramente se encontrará con aquellos tres Pablos que se fueron de este planeta por allá de 1973: Pablo Picasso, Pablo Neruda y Pablo Casals, con quienes seguirá por el tiempo infinito haciendo canciones y creando arte.

Gracias, Pablo, por lo que brindaste a la gente, y gracias de mi parte por permitirme cantar tus canciones.

Escuchemos en el siguiente link “Comienzo y final fe una verde mañana”.

Hasta la próxima.