Restaurarnos en el 2022

Ante las vicisitudes y retos que nos presentó el año que recién terminó, donde salir adelante fue muy complicado, si bien nos hizo más fuertes como seres humanos y nos hizo valorar a nuestras familias, amigos, trabajos, logros y fracasos, en este año que comienza debemos restaurarnos.

En esta entrega les platicaré sobre la “restauración” y cómo esta palabra fue adoptándose para llegar a llamar así el lugar donde solemos restaurarnos.

El origen del vocablo tiene que ver con la idea de “restauración” de las fuerzas y energías que uno necesita a partir del consumo de alimentos, del cómo una necesidad básica ha pasado al deleite del alma.

El concepto de restaurante comenzó a popularizarse en la segunda mitad del siglo XVIII, aunque antes ya existían establecimientos de este tipo.

La palabra restaurante proviene del francés “restaurant” y varía de acuerdo a las culturas y países. Al mismo tiempo, también pueden considerarse restaurantes a los espacios que en sí reciben otro nombre de acuerdo al tipo de ambiente y al tipo de comidas o bebidas que se ofrecen, como son los bares, cafeterías, cantinas, loncherías y mesas de comida diaria.

Un restaurante se compone de dos espacios principales: uno es el salón en el que se encuentran dispuestas las mesas y sillas donde se atiende a los comensales; y otro es la cocina, que es el espacio donde los empleados de diferentes categorías elaboran los platillos de acuerdo al menú del establecimiento.

De la misma manera, igual que sucede con los hoteles y sus “estrellas”, los tenedores suelen ser símbolos que se utilizan para clasificar a los restaurantes con base en su categoría y precios.

La comida y bebida han pasado de ser una necesidad básica a ser muy compleja, según los deseos y gustos del comensal. Así que restaurémonos, disfrutemos cada día de este placer, y vivamos un esplendido 2022 en cada momento y lugar donde disfrutemos de esta básica necesidad.

Daniel Parra