Sexualidad: entre moral, derecho, economía y políticas públicas
“Parece como si en todos los niveles viviéramos,
cada vez más, una vida desprovista de sustancia.
Se consume cerveza sin alcohol, carne sin grasa,
café sin cafeína, y, eventualmente,
sexo virtual… sin sexo.”
Slovan Zizek
Uno de los temas más escabrosos que hay hoy en día es el que corresponde a la sexualidad, primero por ser un concepto demasiado amplio en su significado, es decir expresa muchas ideas diversas. En segundo lugar, porque durante mucho tiempo se encontró prohibido hablar de sexualidad. Era algo secreto, no público, se tenía que mencionar con mucha precaución y era parte de la moralidad el guardarse esos temas. La sexualidad, desde luego, se trata de un tema que abarca a la moralidad, el derecho, la economía e incluso las políticas públicas, en resumen, está en todas partes.
La principal pregunta de nuestros tiempos de la pos-modernidad es la que se refiere a: ¿Por qué hoy se habla tanto de sexualidad y desde muy diferentes perspectivas? Por ejemplo, en este número de esta revista de cultura, ya que, si esta revista fuera una publicación de hace 25 o 50 años, desde luego que no se hablaría de sexualidad, se hablaría de otra cosa muy distinta. Pero las razones pueden ser muchas; sin embargo, nos centraremos en lo que está sucediendo con esta pos-modernidad, en donde nos ha inundado la incertidumbre en todos los ámbitos del pensamiento humano. La propia ciencia se ha puesto en duda, ya lo decía M. Heidegger: “la ciencia se hace sin conciencia”, que es parte de la crítica sobre el conocimiento científico, y así pareciera que todo se ha vuelto incertidumbre. Pero, sobre todo, se circula siempre sobre la economía o razones económicas, incluso la propia sexualidad.
Zigmunt Bauman, profesor polaco, uno de los sociólogos más destacados del siglo XXI, que sobrevivió de los campos de exterminio nazi, ha sostenido en diversas se sus obras respecto a ese fenómeno económico, que hoy circula en todas las razones de la humanidad. Bauman Zygmunt; Donskis Leonidas, Maldad líquida, Buenos Aires: Paidós 2019, Bauman, Zygmunt y Bordoni Carlo (2016). Estado de Crisis. España: Paidós, Barman Zygmunt, Leoncini Thomas (2017). Generación líquida Transformaciones en la era 3.0. Barcelona, España: Paidós, Bauman, Zygmunt (2017). Babel Conversaciones con Ezio Mauro. Madrid: Editorial Trotta, Bauman, Zygmunt. “Mundo Consumo”, Paidós, México (2010). Incluso el darle prioridad a la homosexualidad y el reconocimiento de la misma como un fenómeno natural del propio ser humano, que, como todos lo hemos observado, se ha tratado del reconocimiento de la homosexualidad en sus derechos y, por ello, tantos cambios legislativos.
Pero el autor, que falleció en Inglaterra, ha sostenido que muy por atrás del reconocimiento a la homosexualidad desde las políticas públicas, y desde el derecho, en cuanto a las reformas que se han suscitado en las leyes para reconocer el matrimonio de las personas del mismo sexo y que esos matrimonios puedan adoptar hijos, además, que se esté últimamente regulando el reconocimiento del cambio de sexo en documentos oficiales, identificaciones, actas de nacimiento, etc., pues muy por debajo de toda esta regulación jurídica y desde luego de estas políticas públicas de apertura de la homosexualidad, sostiene que hay diversas razones económicas al respecto de este reconocimiento mundial, o por lo menos, de muchos de los países del mundo occidental.
Como en esta post-modernidad nada se mueve si no es por una razón económica, el sociólogo en cita que acuñó nuestra época como “tiempos líquidos” (Bauman Zygmunt “Tiempos líquidos”, Ensayo TusQuets, México, 2013), ha sostenido que la razón económica es, en primer lugar, de las grandes inversiones que existen al respecto en los laboratorios para crear a los denominados “niños a la carta”, es decir, los que se pueden engendrar en laboratorio, y que desde luego, esas grandes inversiones no han tenido la oportunidad de comercializarse como ha sido el deseo de estos inversionistas. Incluso, el autor hace énfasis en el caso de las medicinas para combatir el estrés, pues ya existía la medicina en la década de los cincuenta del siglo XX y no había enfermos de estrés. Entonces, fue el sistema mundial el que provocó esa enfermedad. Por ello es que los medios de comunicación se dedicaron a estresar a la humanidad y provocar el consumo de esa medicina.
En las mismas condiciones se encuentran los reconocimientos de los homosexuales, a decir de Z. Bauman, pues existen los laboratorios para “los niños a la carta”, pero lo que no existe es la demanda que se requiere sobre esta costosa inversión económica en la ciencia; por ello es que resulta necesario crear la demanda sobre ese novedoso producto. Además de que, de paso, con estos reconocimientos de los derechos de este tipo, lo que ocasiona también es la disminución de la población, uno de los problemas más graves que se tienen en el planeta. Por ello es que, al respecto de los índices tan bajos de natalidad que hay en muchos de los países de Europa, las políticas públicas hacen muy poco por impulsar el índice de natalidad, una más de las razones económicas que al parecer son las que envuelven principalmente a todo lo que nos rodea como seres humanos en estos tiempos líquidos de la pos-modernidad.
Dr. Silvino Vergara Nava
(Web: parmenasradio.org)
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