Tecnología y música ¿Compatibles?

Partiendo de la pregunta anterior, este que les escribe, queridas y queridos lectores, tuvo que hacer un recorrido mental de cómo la música fue cambiando a través del tiempo. 

Es innegable que el bello arte de la música nace por la necesidad de los primeros seres humanos de comunicarse e imitar su entorno: las aves, el agua, la madera, y posteriormente, con la creación de las herramientas, los primeros instrumentos musicales. Por supuesto, sin escalas ni notación alguna.  

Existen teorías de que la música se creó en Grecia, Egipto, la India, pero parece que, para no variar, lo chinos llevaban la delantera en cuanto a escalas y creación musical. 

Se fueron poco a poco inventando los instrumentos musicales. Cuatro mil años antes de Cristo ya existían diversos instrumentos de percusión, arpas y trompetas rectas. 

Sea como sea, los tiempos fueron avanzando y con ellos la tecnología. Por supuesto que la música no se “salvó” de estos avances. Para escuchar un concierto de Brahms, Beethoven o Chopin el público debía asistir a estos eventos (cosa que afortunadamente aún se acostumbra hacer), porque de otra forma no había cómo conocer sus obras.  

Un invento que revolucionó no sólo el desarrollo musical, sino que cambió el mundo, fue sin lugar a dudas la imprenta. Este invento permitió por supuesto que obras musicales pasaran de mano en mano y nacieran artistas que interpretaban dichas obras musicales. 

Más tarde se inventa el fonógrafo; ¡cosa maravillosa!, ya se podía escuchar la música sin el artista en vivo y se podía llevar a cualquier parte. Los primeros trabajos en rollos de cera y posteriormente creando los primeros discos, fabricados primero en vidrio, luego en zinc y por último en vinilo para un nuevo aparato…el gramófono. En estos aparatos ya se utilizaba la famosa aguja que, al pasar por los surcos del disco, reproducía la música. Este sistema se fue mejorando poco a poco hasta cambiar aquellos discos pesados de 78 rpm, a 33 rpm y 45 rpm. Esto permitió que los artistas pudieran comercializar su música de manera mucho más eficiente. Esto empezó a suceder por allá de los años 30 y se mantuvo la comercialización de estos discos de vinilo hasta entrados los años 90.  

Otro invento fantástico para disfrutar de la música fueron las cintas magnéticas. Primero los llamados cartuchos de 8 tracks, que seguramente algunos de ustedes recordarán y que se mantuvieron vigentes hasta los años 90´s, utilizados principalmente por las emisoras radiofónicas. Durante la década de los 80´s (a la cual yo pertenezco en mi adolescencia) ¡todos teníamos nuestro Walkman, que reproducía el único e inigualable cassette! Este  dispositivo de cinta magnética era mucho más compacto y tenía la cualidad de que ¡se podía grabar música o lo que quisieras en él! Esto permitía que si tenías una tornamesa con grabadora de cassette incluida, podías grabar la música que quisieras desde el disco y reproducirlo posteriormente en tu Walkman. 

Sobra decir que con los avances tecnológicos de finales del siglo XX y principios de este siglo, la música se compactó muchísimo. Primero con el nacimiento del CD, luego con los mp3, después con las páginas de internet, en que podías descargar miles de canciones (y de virus en ese tiempo), hasta lo que ahora tenemos: tiendas virtuales de álbumes, la facilidad de descargar solamente los temas que te interesan, el pagar una membresía para escuchar música de todo el mundo. En fin, la facilidad de escuchar… ¡lo que se nos pegue la gana! 

Lo que se ha perdido, y es una opinión personal, porque, como dijera Roberto Carlos, “yo no estoy en contra del progreso…”,  es la delicia de escuchar aquella legendaria estación de radio en AM que se llamaba “Radio Mundo” y que literalmente ofrecía un repertorio de todas partes.  

Se ha perdido el estar atento y llamar a la tienda de discos para ver si ya había llegado el último disco de The Who, o de Pink Floyd o de José José, te respondiera una voz amable…” el lunes se lo tengo” y ni tardos ni perezosos ahí íbamos para adquirir lo que en ese momento podíamos considerarlo nuestro tesoro. Llegábamos a casa, se invitaba a los cuates y, mientras escuchabas tu música favorita, se iban rolando la portada del disco que contenía en algunas ocasiones las letras de las canciones y, si no, te leías completita la lista de productores y autores de los temas. 

Por supuesto, en los conciertos en vivo, ¡¡¡la calidad del audio de estos tiempos modernos es formidable!!! ¿Se pueden imaginar a Los Beatles sonando con la tecnología actual? Podrían suceder dos cosas:  o sonarían verdaderamente espectaculares o quizá no hubieran tenido tanto éxito como lo tuvieron, precisamente por el sonido que los caracterizó.  

En conclusión, queridos lectores (as), la tecnología ha estado presente en todos los movimientos musicales de la historia.  

Que actualmente los sonidos sean distintos debido al exceso de tecnología es otro cantar. 

 Comparando tiempos pasados y presentes, volvemos a la pregunta original de este pequeño artículo: La música y la tecnología ¿Son compatibles?  

O mejor aún: ¿prefieren la música en formato análogo o digital? A fin de cuentas, como siempre, el que manda es el público. 

Los dejo con un tema de una mujer que siempre grabó en formato análogo y dejó un legado musical formidable. Disfruten a Edith Piaff. 

 

¡Hasta la próxima! 

 

 

Sergio Rizzo

rizzoser@yahoo.com.mx 

Compartir

About Author

Related Post

Leave us a reply