Cuando José Vasconcelos, recién estrenado secretario de Educación Pública, decide entregarles los muros de la nación a los pintores no puede prever el efecto que tendrá su idea, una hazaña sin parangón. En su mente la empresa consistía en contarle al pueblo, casi un ochenta por ciento analfabeta, la historia de México (la otra gran hazaña vasconcelista serán las misiones culturales y las campañas de alfabetización, al punto en que nueve años después solo quedaba un veinte por ciento de analfabetismo en el país).
Para esta nuestra edición del mes de agosto, hemos escogido como tema principal El Muralismo. Sin duda, una de las expresiones artísticas más controversiales y a su vez apasionantes del Arte.
El Muralismo permite al artista expresar sus ideales, así como los grandes momentos históricos que ha vivido una nación.
Al célebre escritor francés Charles Perrault (1628-1703) se le conoce fundamentalmente por sus no menos célebres cuentos infantiles, tales como los emblemáticos “Caperucita Roja”, “Cenicienta”, “La bella durmiente”, “El gato con botas”, “Barba Azul” y “Pulgarcito”, entre otros.
El muralismo no es exclusivo de nuestro querido México; en todas partes del mundo se han desarrollado manifestaciones pictóricas de gran tamaño y en los muros de las grandes ciudades, al mismo tiempo que la música refleja el mismo sentimiento y acontecer social.
Podría no parecerlo a simple vista, pero si hay dos artes que se conjugan más que complementarse son, sin duda, el cine y el muralismo; dos medios que fuera de la forma no dejan de ser, como cualquier arte, de expresión donde el montaje es esencial para su narrativa...
Los bodegones son pinturas realizadas básicamente con motivos culinarios y con un carácter intimista y hogareño para ornamentar la mesa de una casa. Escenas con una o dos botellas de vino y copas ad hoc...
Sin con algún momento de la historia de México se identifica el movimiento muralista mexicano es con la revolución. La revolución fue un movimiento telúrico que impulsó un cambio brutal en diferentes esferas del país; el arte pictórico, la literatura y la poesía no fueron la excepción. Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco...
¿Es posible crear en América Latina nuestra propia filosofía?, una que se sustente en nuestras costumbres, leyes e instituciones; nuestra propia filosofía, que corresponda a nuestras propias necesidades, y no a las urgencias económicas de las industrias extranjeras para explotar los recursos naturales de América Latina y a toda nuestra población...
El muralismo, de una manera simple, y como su nombre lo indica, puede definirse como una técnica pictórica consistente en decorar las paredes. Sus motivos pueden ir desde la simple ornamentación de los hogares, pasando por la pintura de murales con fines educativos en las escuelas, la propaganda ideológica de tinte social o nacionalista...
El plasmar una figura en una pared es inherente al ser humano. Esta práctica viene desde la más remota antigüedad y es conocida como “pintura rupestre”. Ejemplo de ello se tiene en la Cueva de Altamira, España, y en la Cueva de Lascaux, Francia, entre muchos otros lugares.
Para que haya una armonía y el arte confluya como lo expresa Diéguez, es necesario que se confabulen el tiempo, el espacio, los materiales, la creatividad, el diseño, los recursos humanos, las directrices, que forman parte de una obra artística. Pareciera una tarea imposible aquella de encontrar un lugar donde convivan todos estos elementos juntos, pero no, por supuesto que ese lugar existe y se llama escuela.
El muralismo, a lo largo de su historia y en sus diversas manifestaciones, ha mantenido una relación profunda con la espiritualidad. Esta relación se manifiesta de varias maneras, dependiendo del contexto cultural, social y temporal en el que se desarrolla cada mural.
MAXIMILIANO: Memorias Secretas del Emperador Mexicano
Pedro J. Fernández siempre escribe obras muy bellas, y al mismo tiempo, sencillas de leer y entender. Lo más interesante de sus obras es la forma en la que toma personajes de la historia de México y los humaniza de tal manera que nos permite ver distintos matices de su personalidad, al grado de que dejan de ser personajes y se convierten en personas como nosotros, viviendo una época distinta.
Estatua de un empresario español y un pintor comunista
Uno es David Alfaro Siqueiros y el otro es Manuel Suárez. El primero fue uno de los mayores muralistas de México y un comunista irredento. El otro, un asturiano más bien conservador que hizo fortuna en México con las semillas y las tuberías de cemento y que acabó siendo un próspero empresario a mitad del siglo XX. Ambos soñaron con la existencia del Polyforum Cultural que hoy es ícono del muralismo mexicano.
Eduardo Pineda
eptribuna@gmail.com
Antimural
Inteligencia e ideología, un poco de ironía también, hay en Escenario abierto “El antimural”, una de las obras de arte público más representativas del artista catalán-mexicano Vicente Rojo (1932-2021). La obra cubre los muros del Aula Magna José Vasconcelos, del Centro Nacional de las Artes. A Vicente le pareció demasiado llamarlo mural, entre otras cosas porque su trabajo siempre partió de soluciones libres de lo figurativo.