La poesía no puede ser ajena a la gastronomía (perdón por el ripio), pero el tema de este número de SibaritaLa revista me llevó a recordar diferentes poemas en los que la comida y sus ingredientes son actores centrales, así como su acompañante indispensable: el vino.
Ah, qué delicia. Esta frase la expresarán nuestros lectores tras leer y disfrutar el contenido de nuestra edición de agosto, pues está dedicada a la gastronomía.
El aperitivo nos lo ofrece Luis Antonio Godina, quien nos trae a la memoria varios poemas dedicados a la comida, escritos por grandes autores.
La austeridad, es muy sabido, es una de las mayores virtudes del ser humano. En todo. Según una leyenda, una vez Sócrates fue a una feria donde se exhibían multitud de cosas para comprar.
¡Ah! El buen comer. No sé ustedes, queridos (as) lectores (as), pero para un servidor uno de los placeres más grandes de la vida está en tomarse el tiempo y disfrutar de la comida.
Este mes celebramos en Sibarita La revista, a la gastronomía, y para ello recomendamos 8 cintas que son un verdadero manjar tanto en cinefilia como a la hora de hacernos babear ante la gran pantalla. ¡Buen provecho!
Debido a las fechas que rondan esta nueva entrega, es obligación de un poblano dedicado y aficionado a la gastronomía, escribir sobre el manjar que es el Chile en Nogada
La cocina conventual, cuna de la gastronomía poblana
Hace algunos días, a propósito de esta «pelea de insultos entre países» que se ha puesto tan de moda en las redes sociales en los así llamados grupos de «shitpost», leí que alguien decía, medio en broma y en tono de meme, refiriéndose a la gastronomía mexicana, que se reducía a «mil y un maneras de envolver cualquier cosa en una tortilla».
En México el 13 de octubre de 2011 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma al artículo 4 de la Constitución, en donde se establece el reconocimiento del derecho a la alimentación.
El origen de la gastronomía está íntimamente ligado con la evolución del hombre; al pasar de cazadores-recolectores nómadas a agricultores y ganaderos sedentarios, el placer de comer cambió considerablemente.
Uno de los patrimonios tangibles e intangibles más apreciados por propios y extraños es, sin duda, la gastronomía junto con el arte culinario de un pueblo.