La lectura, qué privilegio
EDUCARSE ILUSTRA
Éricka E. Méndez Ortega
Los libros se dejan afuera
porque el que lee no roba,
y el que roba, no lee.
Anónimo.
La Secretaría de Educación Pública consideró, dentro de las siete estrategias del plan de estudios 2022 de la educación básica, la Estrategia Nacional de Lectura impulsada por el gobierno mexicano en 2019. Dicha estrategia se creó con el objetivo de que México sea un país de lectores, que los mexicanos recuperen el gusto y el placer por la lectura, estimular desde edades tempranas el hábito de la lectura, acciones conjuntas de escuela-familia-comunidad, crear comunidades lectoras que promuevan la inclusión, la interculturalidad crítica y la apropiación de las culturas, mediante prácticas de lectura y escritura distintas a las tradicionales. Sin embargo, y tomando en cuenta que 89 de cada 100 mexicanos saben leer, pero no son lectores, que leen y escriben por razones utilitarias y cotidianas, cómo es que esta Estrategia Nacional de Lectura logrará los objetivos planteados en un nivel de educación donde la lectura está ausente de toda actividad académica.
El reto es que la lectura se convierta en un método cotidiano de aprendizaje en las escuelas, de crecimiento intelectual y emocional, que los estudiantes lean todos los días: cuentos, novelas, ensayos, teatro, poemas, periódicos y revistas, porque la literatura exige más de los lectores y más lectores que reflejen que esta acción (hábito) de leer puede ser la solución para muchos de los conflictos que como sociedad tenemos, y también puede ser la cura de tantos demonios que, sobre todo los adolescentes, tienen como inquilinos en su interior en esta etapa de tantos cambios para ellos, y si bien es cierto que en los seres humanos que los rodean sólo encuentran enemigos, a decir de ellos, en las letras pueden encontrar muchos y muy diversos amigos que sin duda les ofrecerán una gran oportunidad de canalizar esa incomprensión dialogando con ellos mismos.
La lectura es un proceso interactivo en el que el producto final, la comprensión del texto, depende simultáneamente de los datos proporcionados por éste, de los conocimientos de distintos tipos que posee el lector y de las actividades que realiza durante la lectura. Estamos hablando, pues, de un proceso complejo que involucra varias habilidades cognitivas para desarrollar, por eso es imprescindible que los niños tengan al alcance de su mano una biblioteca tanto en casa como en la escuela, donde puedan elegir el libro que quieran leer por gusto y nunca por imposición. De esta manera entenderán que la lectura no es un castigo sino una actividad agradable que pueden disfrutar, como escuchar música, bailar o pintar.
Resulta un tanto difícil en la actualidad llevar en la mano un libro en lugar de un celular, pero no es imposible. Así como el dispositivo nos acompaña a todos lados, un libro también puede hacerlo, es cuestión de practicarlo hasta que no podamos salir de casa sin un libro, así como se nos cae el mundo cuando olvidamos el celular. Acostumbrémonos a leer en los tiempos muertos de nuestro día a día. En las filas para hacer un trámite, mientras esperamos a una persona, en un rato de ocio, hasta en el baño un libro es una buena compañía. Y cuando esto suceda, ya no tendremos que preocuparnos por que los adolescentes se llenen de basura la mente, ahora tendremos que detenerlos cuando quieran ir a Fantasía montados en Fújur, el dragón de la suerte salvar a la pequeña emperatriz.
Leave us a reply