La llamada de lo salvaje

En 1903, a sus sólo 27 años, el escritor norteamericano Jack London (1876-1916), publicó una de sus novelas más famosas: La llamada de lo salvaje (que en su primera edición en español se llamó La llamada de la selva, e incluso en otras ediciones fue La llamada de la naturaleza, y hasta La voz de la sangre). 

Es en realidad una fábula. Es la historia de un hermoso y fuerte perro llamado Buck que vive plácidamente en una casa donde es mimado y todo le dan. Así hasta que debido a la fiebre del oro en la zona del río Yukón, un sujeto se lo roba y lo vende a quienes requieren animales de tal clase para jalar los trineos usados en el transporte de carga. 

La trama hace que el pobre Buck sea maltratado, uncido al trineo. Pero poco a poco le va surgiendo su instinto salvaje, lo cual hace que se convierta en líder de la manada que tira del trineo, tras vencer al perro que hasta ese momento fue el que capitaneaba a los demás. 

Conforme avanza la historia, Buck continúa desarrollando habilidades que no conocía, las cuales finalmente lo llevan a la selva del norte, donde se encuentra con lobos, amos y señores de esas regiones montañosas, y al fin descubre que son sus ancestros, casi sus hermanos. 

Independientemente de lo lacrimógeno de la historia (que sin duda contribuyó a que fuera un éxito de ventas), Jack London resalta el carácter agreste de las montañas, su grandeza natural, su carácter salvaje, su belleza, y el lector comprende que los lobos difícilmente podrían habitar en alguna zona que no fuera como ésa. 

Buck, así, saca a relucir toda su memoria genética como descendiente de los lobos, que son los ancestros de los perros actuales, y se adapta perfectamente a su nueva manada, a su nueva familia. 

La novela deja manifiesta la tragedia de lo que sucede con los hábitats naturales de muchos animales (abejas, mariposas, aves, reptiles, entre otros) que, al ir perdiendo el control de su ambiente, arrebatado por el hombre para el desarrollo de sus ciudades, empiezan a desaparecer. 

Leer esta célebre obra hará que reflexionemos en torno a la destrucción que los seres humanos estamos haciendo de los ecosistemas naturales de los animales, muchos de los cuales se han ido extinguiendo debido a ello, con los consecuentes riesgos para la propia subsistencia del hombre. 

 

    

   

Miguel Campos Ramos 

camposramos@outlook.es 

@miguelcamposr15 

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