Más conectados, pero menos comunicados

Jorge Antonio Rodríguez y Morgado

Saber profundo

“Me quedé unas horas sin internet y conocí a unas personas geniales, que dicen que son mi familia”

Anónimo

El siglo XX nos ha dado la oportunidad de presenciar una de las mayores revoluciones de la sociedad moderna -la aparición de Internet-, ya que tan sólo 60 años después de su nacimiento en Estados Unidos, casi dos tercios de los habitantes del planeta Tierra están conectados a la red.

Internet (de inter -entre- y net de network -red electrónica) en sus orígenes en la década de los 60 estableció la primera conexión de computadoras, conocida como ARPANET (formada por unos 200 científicos de alto nivel), entre tres universidades en California (Estados Unidos), y en la actualidad, a nivel mundial, están conectadas más de 5,400 millones de personas.

Según las últimas estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas¹ la mayor cobertura se encuentra en América del Norte y Europa, ya que son las únicas regiones con una tasa de penetración de Internet de alrededor del 90 por ciento entre su población.

Los países más ricos de Medio Oriente, como los Emiratos Árabes Unidos o Qatar, tienen una tasa de penetración de casi el 100 por ciento. África tiene la tasa de penetración más baja, ya que sólo 43.1 por ciento de la población tiene acceso a este servicio. Se pretende lograr una conectividad universal y eficiente para 2030.

Dado que actualmente Internet es una herramienta indispensable para la información, la comunicación y el entretenimiento, no es de extrañar que el tiempo medio de uso de Internet (en el tercer trimestre de 2022 el tiempo diario dedicado a internet por los usuarios fue de 6 horas y 37 minutos), se incremente año tras año, puesto que cada vez son más los que viven conectados.

En esta era digital, pareciera que para existir es necesario tener redes sociales. Según el informe² “Redes Sociales: estado actual y tendencias 2023”, publicado por OBS Business School, de los más de 5,400 millones de personas del mundo que usan internet, casi el 95% utiliza las redes sociales, y la cifra de personas que hacen uso de ellas tiene un crecimiento anual del 3%. De igual forma, también crece el tiempo medio durante el cual las utilizan, que ahora está en 2 horas y 31 minutos.

La red más utilizada es Facebook, con casi 3,000 millones de usuarios, según el estudio “Digital 2023” de We Are Social. El segundo y tercer puesto del podio los ostentan Youtube y Whatsapp. Instagram, Wechat, Tiktok y FB Messenger ocupan los siguientes lugares. Twitter o X, sorprendentemente, está en el puesto 14 de 15.

Las noticias falsas o infodemia son uno de los inconvenientes con los que cuentan las redes sociales, ya que difundir de forma masiva información falsa con la intención de engañar o confundir es un ejercicio con el que se encuentran regularmente los usuarios. En México, el 91.5% de las personas que utilizan WhatsApp y el 82.8% Facebook, están constantemente expuestas a recibir información falsa.

A nivel mundial el porcentaje de población que consumió información falsa o engañosa³ en 2022 fueron Filipinas con 89%, ocupando el primer lugar, Perú con 87%, y también con 87% México, ocupan el segundo y tercer lugar, sucesivamente.

Las redes sociales nos deberían servir para comunicarnos y relacionarnos con nuestros semejantes de una mejor, más rápida y más cómoda manera, pero hemos visto que estas se han convertido en una gran incongruencia. Por un lado, nos conectamos más, pero por otro, nuestras relaciones personales se han vuelto más frías y alejadas, consecuencia de esto es que el Internet facilita el uso de todo tipo de entretenimientos, lo que nos resta tiempo de una buena comunicación, ya que contestamos rápido para seguir entretenidos o simplemente no contestamos un mensaje, correo o llamada.

En estos tiempos en que contamos con diferentes y eficientes medios de comunicación nos encontramos profundamente incomunicados, ya que la relación personal, el conocer a una persona, el darle el lugar y valor que merece, se llega a perder debido a que un teléfono se encuentra de por medio y en vez de atendernos entre nosotros, se mira las pantallas del aparato, ganándonos la batalla de la comunicación o de la incomunicación, dependiendo de la atención que se dé.

Nos hemos vuelto cada vez más individualistas, estamos más encerrados, cada vez más solos y un solo click es la forma de comunicamos. Aprovechemos la tecnología, pero que esta no nos controle. No desperdiciemos la posibilidad de mirar, tocar, sentir lo que nos da la vida a través de la naturaleza.

Estamos llegando al tiempo que Albert Einstein predijo: “Temo por el día en el que la tecnología sobrepase la interacción humana. El mundo sólo tendrá una generación de idiotas”.

Usemos conscientemente la tecnología, amable lector, para no perder la calidad de humanos.

Referencias: