La música… ¿otro idioma?

Música 

Sergio Rizzo 

 

 

Cuando cualquiera de nosotros se asoma y ve una partitura, ve símbolos que el músico académico comprende, entiende y a los que es capaz de ponerles sonido. 

Vemos la clave de Do o de Sol e inmediatamente sabemos que se trata de música, pero al encontrarnos con las notas blancas, negras, corcheas o semicorcheas, además del tiempo, parece que nos hablan en chino.  

Y sí, queridos lectores (as), es otro mundo y otro lenguaje. 

Si queremos aprender a hablar alemán -por decir algo- debemos recurrir a alguien que sepa ese idioma y nos lo enseñe para podernos comunicar. Con la música es igual; además, hay que sumarle la habilidad y el talento para ejecutar algún tema en algún instrumento. 

El lenguaje de la música, a diferencia del lenguaje hablado, cualquier artista, de cualquier nacionalidad, puede comprenderlo; por lo tanto, el lenguaje musical se hace universal. 

Ahora, si a todos estos símbolos les agregamos una letra, estos lenguajes se unen, y con el idioma los comprendemos más y por eso las canciones nos emocionan tanto. 

En las canciones, la letra es también muy importante porque refleja la cultura, los modismos y las costumbres de algunos lugares, por ejemplo en la canción “Medias negras” de Joaquín Sabina hay una parte que dice: “…que guay si me invitaras a cenar…” “Guay” es “qué bien”, o “qué chido”, dicho en mexicano común.  

En los tangos existe un lenguaje que es el lunfardo y es el que utilizan en Buenos Aires las personas de clase baja.  

En el tango “Cambalache” de Enrique Santos Discépolo, hay muchas frases de este estilo como: “…y el que no afana es un gil”, que significa “el que no roba es un tonto”. Y así hay muchísimas palabras que, aunque son en español, obedecen a otra cultura.   

¿Y qué me dicen de nuestro querido Chava Flores? Un experto en el manejo del lenguaje, el albur y las costumbres. 

“Cleto el Fufuy sus ojitos cerró, todo el equipo al morir entregó…”, por decir algo. Y de Chava Flores hay un sinfín de ejemplos de cómo se maneja el lenguaje mexicano. 

También existen compositores que han tomado el reto de musicalizar poesía. En mi opinión, es algo muy difícil porque la poesía y la música tienen ritmos muy diferentes. Sin embargo, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel San José o Alberto Cortés han hecho canciones magníficas con base en textos poéticos ya escritos.  

En conclusión, la música es otro idioma. Lo maravilloso es que cuando se comprende o cuando se une al lenguaje hablado, surge esa maravilla de arte intangible que nos sigue día a día y a cualquier parte. 

Les voy a recomendar el link de este número.  La voz de Eugenia León y el poema de Ramón López Velarde musicalizado por el compositor mexicano David Haro:

 

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